El Porsche Cayenne cabrio existió... pero jamás se fabricó en serie

El mundo del automóvil está replento de proyectos que se quedaron a medias. En el caso que hoy nos ocupa, se trata de una pieza que se encuentra en una de las muchas naves que Porsche tiene en Stuttgart. Se trata de un estudio de diseño de un Porsche Cayenne cabrio que jamás vio la luz pero que a punto estuvo de hacerse realidad.

Esta no es la primera vez que un fabricante se decide a crear un SUV descapotable. A día de hoy es posible comprar un Volkswagen T-Roc cabrio o bien recurrir al mercado de segunda mano y hacerse con un Range Rover Evoque cabrio.

REGRESO AL PASADO

Para entender mejor la existencia de este prototipo es necesario retroceder hasta principios del siglo XXI cuando se empezó a gestar el Porsche Cayenne, sobre la misma base que el Volkswagen Touareg de primera generación. Por aquel entonces, la firma alemana seguía sumida en una profunda crisis de ventas ya que su gama de productos se basaba en el Porsche 911 y en el casi recién llegado Porsche Boxster, un vehículo de acceso a gama. En ninguno de los casos cumplía con las necesidades de muchos de sus usuarios, que veían que no podían llevar a su familia en el coche y les obligaba a tener un segundo coche.

Tras varios estudios de mercado, algunos muy importantes en Estados Unidos, la cúpula directiva tomó la decisión de construir un SUV de carácter deportivo, con toda la esencia de Porsche pero con capacidad para llevar a cinco personas cómodamente, además del equipaje. Al enterarse de la noticia, muchos puristas pusieron el grito en el cielo ya que, tras la herejía de cambiar la refrigeración de aire por líquido en sus motores, ahora iban a construir nada más y nada menos que una mole de 4,8 metros y dos toneladas. Por supuesto, el proyecto siguió adelante, el Cayenne fue todo un éxito y consiguió salvar a la compañía.

¿CÓMO SURGIÓ LA IDEA?

Durante el proceso de creación del coche Porsche se planteó distintas alternativas a la carrocería SUV clásica de cinco puertas del Cayenne. Poco después del lanzamiento de la primera generación, en diciembre de 2002, consideraron tres variantes adicionales: un coupé, una versión alargada en 20 centímetros y con una tercera fila de asientos y un descapotable. Sorprendentemente, lo que podría haber parecido la opción menos convencional, no se descartó de inmediato, sino que se construyó una unidad.

Si bien la idea del coupé de 2002 se retomó más tarde y se implementó en 2019, la alternativa del descapotable no fue posible debido, principalmente, a la rentabilidad y existían serias dudas de si sería todo lo atractivo que tendría que ser un Porsche. Tal y como explica el actual responsable de diseño de la marca Michael Mauer "un SUV descapotable es un desafío tanto desde el punto de vista estético como formal. Este tipo de coches tiene una carrocería grande y pesada. Si combinas esto con una mitad superior del vehículo pequeña y luego cortas el techo, obtienes formas muy extrañas".

¿EN QUÉ PENSABAN CUANDO LO HICIERON?

Cuando se creó este prototipo, los diseñadores querían responder a una serie de preguntas que les darían, o no, pistas sobre la viabilidad del proyecto. Algunas de ellas fueron:

1. ¿Se va cómodamente sentado en el vehículo cuando el techo desciende en forma de coupé hacia la parte trasera y cuando el parabrisas y los pilares A son más cortos?
2. ¿Es práctico el Cayenne como modelo con dos puertas que son 20 centímetros más largas?
3. ¿Es posible incorporar una capota de lona elegante y de alta calidad que también se pueda plegar rápidamente? Ya entonces se concibió un mecanismo de techo blando que ahora es familiar: el capó del maletero de este Cayenne prototipo iba enganchado tanto en la parte delantera como trasera, lo que permitía abrirlo en ambas direcciones. La capota se desplazaría sobre el arco de seguridad fijo y estaría alojada en la parte trasera, donde la tapa del maletero se abriría en la dirección opuesta, y dicha capota se plegaría en forma de Z. Se trata de una solución semejante a la del Porsche 911 Targa, desde el modelo de la generación 991.
4. ¿Cómo debe diseñarse la parte trasera? En 2002 todavía no había un acuerdo sobre esto último y se diseñaron dos secciones traseras diferentes. En una, el piloto posterior izquierdo se colocó en una posición más baja, mientras que en la otra estaba bastante más elevado. Si el coche hubiera llegado a la producción, obviamente se habría optado por un único diseño trasero y los problemas técnicos, sin duda, se habrían resuelto.

¿ES UNA UNIDAD FUNCIONAL?

Sí, a medias. Con una estética y llantas de Porsche Cayenne Turbo, lo cierto es que esta maqueta a escala real no es apta para circular por carretera y sólo se puede mover en instalaciones cerradas al tráfico. La razón principal es que cuando los diseñadores quitaron el techo prescindieron de las medidas necesarias de rigidez para la carrocería de un cabrio.