Noruega, camino de que todos sus coches estén electrificados en 2022

Los coches electrificados coparon el 94,7% del mercado en septiembre de 2021. Los eléctricos de batería dominan con un 77,5%, seguidos de los híbridos enchufables con un 13,9% del pastel.

Los híbridos convencionales, que en España se erigen de momento como la nueva tecnología predominante, en Noruega apenas suponen un 3,2% y están en franco retroceso.

Los coches de gasolina y Diesel sin electrificación se quedan en un modesto 5,3%.

Noruega prohibirá la venta de motores no-electrificados a partir de 2025, pero los datos invitan a pensar que no hará falta esperar hasta entonces para verlos desaparecer del mercado.

Con las cifras actuales, la Federación Noruega de Automovilismo calcula que tan pronto como en abril de 2022 ya dejarán de venderse coches de gasolina y Diesel sin hibridación.

Esta tendencia sí sirve para confirmar que la transición al coche eléctrico no depende necesariamente de que exista una fecha de prohibición en el horizonte, sino de que se den los factores adecuados.

La combinación del poder adquisitivo noruego con los incentivos fiscales del país es lo que ha propiciado que sus conductores abracen tan pronto los eléctricos e híbridos enchufables.

Es difícil trazar un paralelismo con un mercado como el español, que en estos momentos se halla todavía en una fase primigenia de la transición, pero sí parece evidente que es necesario esperar al abaratamiento de la tecnología.

Algunos analistas prevén que entre 2025 y 2027 los coches eléctricos igualarán en precio a los térmicos, y sería entonces cuando podría comenzar a producirse la adopción en masa de estos vehículos.

Europa quiere que la gasolina y el Diesel desaparezcan en 2035, pero el ejemplo noruego muestra que es posible que la transición se complete antes incluso de esa fecha si se dan las condiciones correctas.