La Nascar volverá a correr en un estadio

Pero en realidad lo que llama la atención no es el cambio geográfico, sino la pista seleccionada: ¡el Coliseo de los Ángeles!, lo que convertirá esta prueba en una carrera 'de estadio', casi interior si el Coliseo estuviera cubierto. Fue el escenario de las ceremonia inaugural y de clausura de los Juegos Olímpicos. Y si hablamos de motor, este estadio ha sido escenario de una de las carreras más emblemáticas del Campeonato de Estados Unidos de Supercross.

"Los Ángeles es sinónimo de importantes eventos deportivos y de entretenimiento. Nosotros queremos aprovechar esta oportunidad innovadora que se nos brinda para mostrar lo que es la Nascar en el 'Los Angeles Memorial Coliseum'", ha señalado Ben Kennedy, vicepresidente sénior de estrategia e innovación de la Nascar y bisnieto del fundador de la Nascar, 'Big Bill' France. Mientras en California la Indycar está bien asentada, la Nascar tiene todavía camino por recorrer.

"Estamos encantados de tener la oportunidad de ocupar un lugar central en este mercado mientras comenzamos nuestra temporada 2022", ha añadido Kennedy.

El hecho de que la prueba seleccionada sea la Clash no es una casualidad. Es una carrera de invitación, a la que sólo tienen acceso los mejores del año anterior, una veintena de participantes, la mitad más o menos de lo habitual. El número se adecúa mejor a la pista oval que se trazará en el estadio, de un cuarto de milla, 400 metros, que es precisamente la longitud de cuerda de una pista de atletismo.

Y, por si fuera poco, todos los equipos estrenarán la nueva generación de coches que están ya probando. Con todo, es la mitad de lo que miden Bristol o Martinsville, los óvalos más pesqueños utilizados habitualmente por la Nascar es sus categorías máximas.

La última carrera de la Nascar en un estadio fue en 1971, en el Bowman Gray de Winston-Salem, en Carolina del Norte. En aquella última carrera el ganador fue Bobby Labonte –uno de los grandes de la Nascar y que está en el 'Hall of Fame'– al volante de un Ford Mustang. Precisamente el coche de Ford en la Nascar actual es el Ford Mustang de última generación.

Pero las más conocidas fueron las que se disputaron en el Soldier Field de Chicago en los años 50 y 60. El actual hogar de los Chicago Bears tenía una pista de atletismo que pavimentaron, que acogió numerosos eventos del motor y pruebas nada menos que una carrera de la Cup, la división máxima de la Nascar, durante 29 temporadas, entre 1958 y 1971.

Entre los ganadores aquí hay muchos nombres míticos: Richard Petty, Junior Johnsson, David Pearson, Glen Wood y Rex White lo hicieron varias veces. Antes, entre 1956 y 1958, se hizo una carrera de la categoría convertibles y uno de sus ganadores fue Fred Lorenzen. En 1958, la Nascar también corrió en el estadio de béisbol de Asheville –Carolina del Norte–.

Para muchos pilotos de la Nascar, una pista tan corta no es un problema. Se han curtido en las pruebas de midgets y del ARCA, ovales planos en su mayor parte, entre un cuarto y media milla, donde se han formado y han subido escalones.