La Fórmula 1 y la música o los pilotos musicales

A nadie se le escapa que el pasado noviembre Lewis Hamilton publicó algunos detalles sobre las letras que tiene preparadas para su primer disco. A finales de febrero puso un anuncio a través de Instagram en el que buscaba músicos instrumentista –no exigía que fueran consagrados, más bien parece una acción que concuerda con sus programas de inclusión– y se han disparado los rumores de que es inminente el lanzamiento de su primer disco, aunque ya hizo una colaboración con Christina Aguilera al cantar a dúo con ella 'Pipe', aunque para ello utilizó un seudónimo, XNDA.

Pero por mucha expectación que despierta, no será el primer piloto que siente gusto por la música y que puede considerarse mucho más que un aficionado. Ni siquiera el primer campeón del mundo en hacerlo.

Damon Hill ya tocaba antes de correr en coche. Era el guitarrista de un conjunto de rock duro/punk llamado 'Sexo, Hitler y las Hormonas' –'Sex, Hitler and the Hormones'–. Quizás por ello tuvo 'feeling' con George Harrison y el 'beatle' le apoyó en los comienzos de su trayectoria. Tras retirarse, Hill formó parte del conjunto 'The Conrods', especialista en música de 'The Rollings', 'The Beatles' y 'The Kings'.

George Harrison y Jackie Stewart en Donington Park en 1979 - © Sutton Images

Harrison fue un tipo que vivió las carreras. Era amigo de Jackie Stewart y de muchos otros pilotos, así que Jackie apareció en el documental que dedicó a George el gran Martin Scorsese. O el detalle de dedicarle una canción al malogrado Gunnar Nilsson cuando supo que éste sufría un cáncer.

Harrison era uno de los músicos fijos o casi fijos en el paddock. Otro de ellos era Plácido Domingo cuando sus obligaciones se lo permitían… y Plácido, doy fe, sabía mucho de Fórmula 1.

Volviendo a los pilotos, otro piloto que ha grabado un disco es Jacques Villeneuve. Amaba la música y su guitarra le acompañaba en el motorhome con el que se desplazaba a los circuitos. Lo grabó en 2007, 'Private Paradise', pero no fue precisamente un éxito en ventas y desde entonces no ha vuelto a cultivar de manera pública la faceta. Por cierto, Villeneuve estuvo saliendo bastante tiempo con Dannii Minogue, menos conocida que su hermana Kylie Minogue.

En esto, también Jacques ha seguido la afición paterna. Gilles Villeneuve era un virtuoso del piano, igual que Elio de Angelis o François Cevert. Precisamente cuando la famosa 'huelga de pilotos' en Sudáfrica de 1982, con los pilotos tumbados en los colchones que habían bajado de sus habitaciones al hall del hotel, Gilles y Elio, con sus interpretaciones, ayudaron y mucho a alegrar y hacer más llevaderas las horas. Villeneuve les interpreto la Sinfonía número 5 de Beethoven y De Angelis optó por interpretar a Mozart.

Hoy Charles Leclerc sigue esta tradición de pilotos pianistas y lo demostró estas navidades a través de su Instagram. Claro que quizás el pianista mejor dotado de la F1 haya sido Adrian Sutil. De casta le venía al galgo. Su padre era director de orquesta; su madre, violinista…y él a los 11 años ya daba conciertos.

También Mike Hailwood tocaba bien el piano, también era virtuoso de la guitarra, pero sobre todo dominaba el clarinete. El menos conocido Johnny Claes, aunque compitió en 23 Grandes Premios, era un gran trompetista de jazz y estuvo en varias de las mejores bandas belgas, de Países Bajos y suizas –nacido en Gran Bretaña pero de padre belga– tras abandonar la F1.

No, no me olvido de Slim Borgudd, que llevaba publicidad de ABBA en su monoplaza. Y no era por casualidad porque Slim era un consumado batería y tocaba habitualmente en las actuaciones y grabaciones del conjunto.

También Eddie Jordan, el fundador del equipo que llevó su nombre y que hoy es Aston Martin, era también un maestro en tocar la batería. Organizaba los conciertos en Silverstone tras el Gran Premio y él mismo se ponía a la batería y algunos pilotos le ayudaban; Hill y su guitarra estaban asegurados.

Un caso curioso es el de Rob Wilson. No busquen en las listas de pilotos de F1 a este neozelandés; su carrera, discreta, fue básicamente en Estados Unidos, pero una vez retirado ha ejercido de coach para muchos pilotos: Montoya, Räikkönen, Coulthard, Bottas Stroll y Mazepin. Wilson fue bajista de la banda 'Edison Lighthouse' en los años 70 y más recientemente toca con 'Grand Prairie', una banda de country/rock/blues.

Y hubo otro destacado piloto de Gran Premio –pero en las décadas de los 20 y 30, antes de que se fundara la F1– que destacó en la música, en el difícil arte de la lírica. Giuseppe Campari fue un destacado barítono y estaba casado con una gran cantante de ópera de la época, Lina Cavalieri.

La música atrae mucho. Michael Schumacher había hecho algunas celebraciones en el karaoke, lo que no tendría nada de particular si en Youtube no circulara un video cantando con Rockaoke, una banda especialista en karaoke, 'Bohemian Rhapsody', emulando al malogrado Freddie Mercury.

Hay otros dos pilotos que han destacado en la música tras terminar su carrera deportiva. Jaime Alguersuari, tras salir de Toro Rosso, se reconvirtió en DJ. Siempre le había gustado la música y vendió el Nissanz 370Z que tenía para comprar un estudio de grabación en casa. Su nombre artístico es 'DJ Squire' y ha grabado ya varios álbumes, el primer de ellos denominado 'Organic Life'.

Y el otro es el brasileño Ingo Hoffmann, uno de los mejores disyoqueis del país, con el nombre artístico DJ Hoffmann.

En otras especialidades sucede al revés: el músico convertido en piloto, especialmente en resistencia, donde Nick Mason –batería de Pink Floyd– y Steve O'Rourke –representante de la banda– han disputado incluso las 24 Horas de Le Mans. Johnny Hallyday corrió el Dakar y el Rally de Montecarlo y el cantante de ACDC Brian Johnson disputó las 24 Horas de Daytona.

Y aquí, Lucas Sainz, guitarrista de Los Pekenikes, uno de los mejores conjuntos instrumentales de Europa en los años 70, fue campeón de España de Rallies; uno de los hermanos Quijano corría en rallies de tierra y el malogrado 'Gato' Pérez fue habitual en los rallies regionales catalanes.