El nuevo alcalde de Río de Janeiro cancela los planes de construir un circuito

En 2019 se puso en marcha un proyecto para reubicar la sede del Gran Premio de Brasil a Río de Janeiro, en detrimento de su actual ubicación en Interlagos. El Gobierno de Jair Bolsonaro apoyaba esta propuesta junto al ya exalcalde de Río, Marcelo Crivella.

El problema de esta proposición residía en el impacto ambiental negativo que supondría construir un circuito en el bosque de Camboata. En éste residen cientos de especies –cuatro en peligro de extinción–, hasta 14 tipos diferentes de plantas y una población de aproximadamente 200.000 árboles.

El Instituto Estatal del Medio Ambiente –INEA– preparó un informe que reflejaba las consecuencias perjudiciales que tendría para el medioambiente, si se siguiera adelante con el proyecto.

El informe se envió a la Comisión Estatal de Control Ambiental –CECA–, que es la encargada de entregar la licencia para la construcción del trazado, si todo estuviera en regla. La CECA se reunió el 19 de noviembre del año pasado y, a pesar de  las presiones políticas, nunca llegó a entregar las licencias.

Ahora, la CECA no tendrá que seguir preocupándose, pues el nuevo alcalde de Río de Janerio, Eduardo Paes, ha decidido no seguir adelante con el proyecto. Desde el ayuntamiento aseguran que no es momento de maltratar espacios naturales, sino todo lo contrario.

"Necesitamos hablar de recuperar espacios verdes, no de destrozarlos. Este proceso estaba siendo dirigido por el ayuntamiento y, ahora, declaramos de manera oficial que no seguiremos adelante con ello", han informado desde el ayuntamiento en declaraciones recogidas por la agencia AFP.

Por lo tanto, la sede del Gran Premio de Brasil se quedará en São Paulo, que, además, había renovado con la Fórmula 1 hasta 2025. De hecho, pasará a llamarse GP de Sao Paulo.