¿Qué Fórmula 1 le deja Carey a Domenicali?

La F1 está de enhorabuena: vuelve uno de sus hombres más queridos, Stefano Domenicali. Él es la esperanza de miles de aficionados, que asumirán el primer cambio al frente del Gran Circo desde 2017, cuando Liberty Media completó la compra del deporte.

Entonces tomó posesión Chase Carey, formando un triunvirato sin precedentes, con Ross Brawn en la parte deportiva y Sean Bratches en la comercial. Bratches dejó su puesto tras 2019, pero Domenicali seguirá contando con Brawn como mano derecha.

Carey asegura que no le corresponde a él hablar de su legado, pero cree que deja un deporte mucho más fuerte y un negocio mucho más sostenible para los equipos respecto a cuando tomó las tiendas. Además, destaca que ha cumplido el objetivo de haber puesto a los aficionados en el centro del deporte.

El estadounidense se ha destacado por saber crear una buena estructura y por delegar en las personas adecuadas. La Fórmula 1 pasó de la 'semidictadura' de Bernie Ecclestone a contar con tres figuras –Carey, Brawn y Bratches– para dirigir cada departamento del deporte.

Más allá de cambiar la estructura del deporte, le añadió la visión como marca. Pasos como el adiós a las azafatas de 2018 y la iniciativa 'We race as one' hablan de una F1 en plena transformación hacia un deporte más responsable en el lado humano y más adapatado a los tiempos, aunque todavía dependiente económicamente de países con ideales distintos.

Carey también ha sido responsable de 'americanizar' la F1. En ese sentido, tenemos más carreras que nunca. Ha conseguido un calendario de 23 para 2021, que se hará realidad si la covid-19 se lo permite. Y tras el esperpento de la cancelación de Gran Premio de Australia a última hora, que puso al Mundial contra las cuerdas, pudo armar un calendario decente para lograr que las arcas del deporte se resintieran al mínimo y que el espectáculo pudiera continuar.

Eso sí, Carey se va sin poder materializar el Gran Premio de Miami y sin poder ver Vietnam ni Zandvoort, los añadidos que había logrado para 2020. También se 'anota' el tanto de haber recuperado temporalmente circuitos como Imola, Mugello, Nürburgring e Istanbul Park y de haber llegado a un acuerdo para correr en Arabia Saudí en 2021 –polémica incluida–.

El estadounidense y su equipo también han sabido explotar los eventos hasta convertirlos en auténticos espectáculos, con exhibiciones frecuentes, los populares F1 Live en ciudades de todo el mundo, paquetes con grandes conciertos y otras actividades y eventos especiales por y para el disfrute de los aficionados. ¿Se acuerdan de la presentación de pilotos 'a lo Indy' del GP de Estados Unidos de 2017 con Michael Buffer? La F1 pasó a ser de unos pocos para ser para casi todos.

A todo eso le sumamos su intenso trabajo de aumento de actividad digital, con gran refuerzo de las redes sociales de la categoría y novedades a lo americano como los Power Rankings. Los aficionados han podido disfrutar de reposiciones de carreras que han podido comentar en directo y de programas y podcast nuevos. Además, presentaron F1 TV Pro, una nueva forma de ver la F1 al gusto del aficionado. Tambiénse asociaron con Amazon para sorprender a los fans con grafismos nuevos e intentar poner toda la información disponible en su mano, en un intento de que entiendan un deporte aún demasiado complejo.

Carey firmó el aterrizaje de la F1 en Netflix, con la nueva serie documental 'Formula 1: Drive to survive', que tiene a aficionados de todo el mundo con ganas de más y más cada año y le ha abierto a un nuevo público joven. También ha perseguido a esta audiencia potenciando el campeonato de F1 Esports.

Bajo la batuta de Carey se produjo la firma de un nuevo Pacto de la Concordia para el periodo entre 2021 y 2025. Conseguir el compromiso de todos los equipos ha sido uno de los retos a los que se ha tenido que enfrentar el estadounidense. Las negociaciones fueron largas, pero finalmente fructíferas.

También con Carey en el poder se gestaron las reglas de la nueva era, que llegarán en 2022. Éstas prometen por fin más igualdad en el deporte y un papel de protagonismo mayor para los pilotos. El techo presupuestario y el reparto más igualitario de ingresos son asimismo logros de la era de Carey.

La F1 que ha diseñado Carey en los últimos años ha estado también enfocada a ser más sostenible –con la futura llegada de los biocombustibles–, en línea con la hoja de ruta de la mayoría de fabricantes del mercado. Sin embargo, Carey no puede cantar victoria porque no todos los motoristas que había cuando llegó se quedarán en 2022: Honda, por su estrategia empresarial, abandonará la F1 tras 2021.

En lo deportivo, a simple vista se podría decir que Carey no ha cambiado mucho el panorama: Mercedes sigue arriba. Sin embargo, se han sentado las bases para cambiar eso en el futuro y se han potenciado narrativas distintas a esa para hacer que hoy en día se hable más de F1 que hace unos años.

"Hemos avanzado mucho desde que comenzamos en 2017, pero nuestro crecimiento más emocionante está por llegar y creo que Stefano hará un trabajo fantástico y hará avanzar el negocio desde las sólidas bases que hemos establecido", ha comentado Carey en sus últimos días en el cargo.

Carey deja orgulloso su cargo a Domenicali, exdirector deportivo de Ferrari y el que ha sido responsable de la comisión de monoplazas de la FIA y director ejecutivo de Lamborghini en los últimos años.

El camino está hecho al 100%, Domenicali tendrá varios retos: Stefano se incorpora en un momento de crisis mundial. Aunque la llegada de la vacuna de la covid-19 transmite cierta esperanza, la F1 no ha sido ajena al golpe económico de la pandemia y la recuperación será lenta. Su misión será levantar el precio de las acciones del Gran Circo, ahora totalmente desplomado y hacer realidad las promesas deportivas para 2022. Una tarea nada fácil que destinarán a un hombre que conoce bien el deporte y también la industria.