Mercedes-Benz puede afrontar una racionalización y reducción de su oferta

Nicholas Speeks, el director de la marca germana para Estados Unidos, así lo hizo saber a la red comercial de Mercedes en el país, donde apuntó la ‘discontinuidad’ de al menos siete versiones en el mercado. Una política que podría reproducirse en Europa, al menos entra en toda la lógica.

Las versiones que, según Automotive News, correrían peligro son las carrocerías dos puertas de los Clase C, Clase E, y Clase S, pero también el CLS y un GT. En los últimos años Mercedes ha multiplicado el número de ofertas de tipos de carrocería y ahora, con esta reducción, buscaría hacer hueco para los modelos eléctricos que tiene previsto lanzar en los próximos años y también ahorrar costes para ayudar a hacer frente a las cuantiosas inversiones necesarias para la electrificación.

Hay algunos detalles que parecen apoyar esta decisión. Algunas versiones, como los C y E de dos puertas, no alcanzan volúmenes significativos y es lógico que Mercedes se pregunte si son necesarios. Ya se sabe que el Clase S que será presentado el 2 de septiembre no tiene previstas ni versión Cabriolet ni dos puertas. Además, el GT cuatro puertas y el CLS podrían ser reemplazados, pero convertidos en eléctricos.

En Estados Unidos, la oferta de Mercedes es de unas dos docenas de carrocerías y un centenar de variantes básicas. Y a todo ello hay que sumar una gran cantidad de opcionales que complican notablemente la logística de producción y obligan a renunciar en algunos casos a los beneficios de economía de escalas. Los concesionarios admiten que es complicado gestionar tanta oferta.

Entre tanto Mercedes está también revisando su política industrial, lo que implicará una reducción de 20.000 puestos de trabajo en el mundo. Por ejemplo, la fábrica de Hambach donde se fabricaban los Smart está a punto de ser vendida y la nueva generación de estos coches se hace en China. Los sedanes desaparecerán de las plantas de producción americanas, etc.

Pero todos estos procesos creo que son de actualidad en todas las marcas y grupos, sobre todo en unos momentos de dificultades del mercado, de necesidades de grandes inversiones para la electrificación y de un cambio de actitud -todavía incipiente- de los consumidores que ven crecer la oferta de alternativas de movilidad.