Porsche estrena unos pistones hechos con impresión 3D

La tecnología de la impresión 3D da un paso más en Porsche. Después de utilizarla en la construcción de prototipos o en la fabricación de piezas de recambio para modelos clásicos ahora se empieza a utilizar para crear componentes móviles de los motores. En concreto los pistones del propulsor del Porsche 911 GT2 RS.

Esta tecnología permite crear unos pistones cuya estructura está optimizada para las cargas que tienen que soportar. Además pesan un 10% menos que los pistones forjados de producción en serie, sin olvidar que incluyen un conducto de refrigeración integrado y cerrado en la corona del pistón imposible de conseguir por métodos convencionales. En la práctica la presencia de estos nuevos pistones fabricados con impresión 3D, desarrollados de la mano de Mahle y Trumpf, permite extraer 30 caballos más y mejorar la eficiencia del motor.

Las diferentes tecnologías de impresión 3D se basan en una construcción capa a capa sin que sea necesario crear previamente una herramienta o molde especial. Los datos de diseño se cargan directamente desde un ordenador. En el caso de los pistones del 911 GT2 RS se fabrican con polvo de metal de gran pureza y a través de un proceso de fusión láser de metal. En él, un rayo láser calienta y funde la superficie del polvo correspondiente al contorno de la pieza.

Otros elementos fabricados a partir de esta tecnología por parte de Porsche son un asiento tipo bacquet para los 718 y 911 –permite al cliente elegir la rigidez del mismo entre tres opciones– o, en el caso de Porsche Classic, piezas de recambio de plástico, acero y aleación que estaban descatalogadas. Alrededor de 20 piezas para los modelos clásicos de Porsche se reproducen mediante procesos aditivos de fabricación. Y todo ello sin olvidar el potencial que tiene la tecnología de cara a los modelos especiales y series limitadas de la marca, así como para la competición.