Volvo S90 y V90, los primeros con velocidad límitada a 180 kilómetros/hora

Para la marca sueca, éste es un paso lógico en aras de la seguridad, campo en el que se ha ganado la fama de ser referente mundial. El exceso de velocidad es considerado uno de los factores de riesgo para la seguridad vial: a más velocidad, más posibilidades de accidente y también de que las consecuencias del mismo sean más graves, dicen las estadísticas. Y ésta es precisamente la razón por la que la mayoría de países tienen una limitación de velocidad.

El presidente ejecutivo de Volvo Cars, Hakan Samuelsson, admite esta premisa: "Nuestros estudios nos han llevado a identificar las áreas más propicias a causar lesiones graves y muertes en caso de accidente con nuestros coches. La limitar la velocidad no es, desde luego, la panacea de todos los males, pero creemos que es importante introducirla, aunque sea sólo para salvar una vida".

Malin Ekholm, jefe del Centro de Seguridad de Volvo Cars apunta al mismo objetivo. "Creemos que un fabricante de automóviles tiene la responsabilidad de ayudar a mejorar la seguridad del tráfico. Nuestra tecnología de limitación de velocidad se ajusta a ese pensamiento. Pensamos que ayudan a las personas a reflexionar y darse cuenta de que el exceso de velocidad es peligroso, al tiempo que proporciona una mayor tranquilidad y respalda un mejor comportamiento del conductor".

Es por ello que Volvo ha ido más allá de la simple limitación de velocidad. Los S90 y V90 están equipados asimismo con cámaras y sensores capaces de responder de forma automática y autónoma a las señales de tráfico y otros peligros si el conductor no reacciona en el tiempo adecuado.

Hasta la fecha la limitación de velocidad sólo la aplicaban los constructores alemanes y de un modo parcial ya que se la limitación la establecían en 250 kilómetros/hora —en algunos casos desconectable—, tras un pacto con las autoridades para que estas mantuvieran sin límite de velocidad los tramos de autopista donde esto fuera posible.

En la actualidad también algunos vehículos eléctricos la adoptan por razones de aumentar la autonomía. Es la misma razón por la cual, durante la primera crisis del petróleo, comenzaron a limitarse de forma genérica las velocidades en carreras, autovías y autopistas: razón de consumo, para disminuir la dependencia petrolífera. A menor velocidad, menor consumo energético.

"180 kilómetros/hora siguen siendo una velocidad elevada. Realmente no hay razones para conducir más deprisa. Hay mucha gente que habla de exceso de velocidad, pero, ¿cómo establecer un equilibrio entre libertad y seguridad? Nosotros queremos demostrar que hacemos las cosas con total seriedad y este es un primer paso para experimentar cual es la velocidad segura y cómo podemos ayudar a mantenerla", añadió Samuelsson.

El presidente de Volvo señaló que en la actualidad el comportamiento de los coches da tal impresión de seguridad y seguridad que en muchas ocasiones es difícil para el conductor tener la sensación que está conduciendo de forma demasiado rápida, algo que no sucedía hace años, cuando el comportamiento de los coches hacía que no fueran necesarias grandes velocidad para encontrar sensaciones.

Antes de tomar esta decisión, Volvo habló con muchos de sus clientes y además tuvo en cuenta que las modernas tecnologías del automóvil y el diseño de las infraestructuras inteligentes no son suficientes para evitar lesiones graves y fallecimientos en caso de accidente.

También estudio detenidamente muchos accidentes y llegó a la conclusión de que por lo general las personas tienen una comprensión pobre de los peligros relacionados con el exceso de velocidad. Por ello, muchas personas a menudo conducen demasiado rápido y tienen una mala adaptación de la velocidad en relación con la situación del tráfico.