Johansson rememora el capote de Whiting a Onyx en Portugal 1989

Johansson y Onyx lucharon por clasificarse para correr durante la mayor parte de la temporada y cuando llegaron a Portugal, sólo habían podido sumar puntos en una carrera. En Estoril arrancaron en 12º lugar y el plan era acabar la carrera con el mismo juego de neumáticos con el que arrancaran. Con algún que otro sufrimiento, lo lograron.

"Para la carrera estuvimos hablando con nuestros hombres de los neumáticos Goodyear. Probamos el neumático de la carrera tres vueltas el sábado y nos dimos cuenta de que aunque sería dos o tres décimas más lento que un neumático nuevo, podíamos hacer toda la carrera con el mismo juego, pues iba a pilotar de forma muy poco agresiva", relata Johansson en una entrevista en el Marshall Pruett Podcast.

"Ese fue nuestro plan desde el principio y lo ejecutamos de forma perfecta. Todos nuestros rivales se vieron obligados a parar para montar un juego nuevo de neumáticos y ganamos muchas posiciones. En las últimas vueltas el neumático delantero izquierdo se estaba quedando en las lonas y dudaba de que pudiese llegar al final, incluso me esperaba algún reventón", añade.

Eso sí, Johansson –quien logró su 12º y último podio en Fórmula 1 aquel día– no pudo llegar con el coche al parque cerrado, pues éste se quedó sin gasolina en la vuelta de deceleración. Tras la ceremonia del podio, el coche acudió al pesaje y éste se encontraba justo en el límite del peso reglamentario, algo que obligó a los integrantes del pesaje a ponerse en contacto con Charlie Whiting.

"Tuve problemas con la gasolina para llegar al final. Lo hice, pero el coche se me paró en la vuelta de deceleración y tuve que dejar el coche parado en el circuito. Llegué tarde al podio, pero no podía hacer nada, mi coche estaba parado. Luego la FIA pesó nuestro coche y tras tener las ruedas en las lonas y el coche sin combustible, éste estaba en el límite del peso reglamentario", sostiene.

Johansson en el podio - © Sutton Images

Momentos después, Whiting se acercó y vio todas las caras de alegría de los miembros del equipo Onyx, que por fin conseguían un premio con éste. Por ese mismo motivo, Charlie echó un cable al equipo y a la hora del segundo pesaje apoyó su rodilla derecha de forma sigilosa para que el coche recibiera el 'OK' y Onyx conservarse su primer y único podio en el Gran Circo.

"Cuando se vio que el coche estaba en el límite, vino un gran compañero, Charlie Whiting. Charlie vio a todo el equipo realmente contento, el equipo tenía a trabajadores que habían estado en la Fórmula 1 durante muchos años y por fin habían tenido un gran día", recuerda.

"Charlie se inclinó un poco y puso ligeramente su rodilla derecha en la báscula mientras hablaba con los otros integrantes del pesaje para asegurarse de que el peso era legal. Fue un gran día", reconoce.

Finalmente, Johansson aseguró que no se sorprendieron del todo por el tercer lugar logrado aquel día, dado que sabían que si clasificaban dentro del Top 12, su estrategia les iba a permitir luchar por las posiciones de arriba.

"No fue del todo sorprendente para nosotros. Sabíamos que si estábamos dentro de los diez-12 primeros, íbamos a tener opciones de luchar por un podio. Nada más superar la preclasificación, algo que ya era mucho para nosotros, nos centramos en la carrera", expresa Johansson para cerrar.