El ejemplo de Dorna para la F1: estabilidad técnica hasta 2022

Casi casi, el dinero que da Liberty al peor equipo de la categoría equivale –millón más, millón menos– a los 70 millones que Dorna reparte entre los equipos de las tres clases de la categoría.

Pero la gran diferencia está en la gestión que Carmelo Ezpeleta, Manel Arroyo y demás socios emplean en la categoría y esto se nota en algunas de las ultimas decisiones que están tomando, no para paliar los efectos inmediatos de esta crisis, sino para cubrir la eventualidad de que la temporada pueda no comenzar o lo haga de forma parcial, amputada.

Carmelo Ezpeleta ya ha dicho que intentará correr este año hasta el último momento, posiblemente en septiembre, incluso con alguna carrera doble y evitando la jornada del jueves y los primeros libres del viernes para reducir costes.

Pero junto a esto, contempla la prohibición de desarrollo de las motos actuales, pese a que en la actualidad ya existen algunas limitaciones. ¡Y no sólo para 2021, sino también para 2022! Es cierto, las dos ruedas tienen una ventaja que se llama estabilidad reglamentaria. Las dos categorías inferiores son de tecnología limitada y en MotoGP existe un férreo control sobre lo permitido y no, aunque en el tema aerodinámico deberán controlarlo mucho para evitar que se desmadre.

Una de las preocupaciones de Dorna, al ofrecer dinero líquido en estos momentos a los equipos es que estos puedan conservar a los técnicos, al menos a los mejores, "porque si los pierden y se van a otros sectores ya no podremos recuperarlos para cuando todo comience a arrancar".

Y a la vez está poniendo en marcha planes de ahorro para rebajar los presupuestos de los equipos y de esta manera poder mantener e incluso reducir los cánones que cobran a los circuitos.

Ezpeleta es consciente de que "el mundo será diferente, muchos Grandes Premios tienen apoyo de las administraciones, ya sean locales, provinciales o nacionales, sin los cuales no podrían subsistir". En este sentido, Dorna también trabaja en la hipótesis de un calendario menos extenso en 2021, cuando tenía previsto poder alcanzar las 20 carreras, "pero algunas administraciones quizás no puedan mantener sus apoyos porque tendrán otras prioridades".

Es más, tiene en cuenta que en 2021 haya algunos países todavía con fronteras cerradas. Parece que Australia, por ejemplo, quiere prohibir todos los eventos masivos durante dos años, 2020 y 2021, como medida de precaución.

Y sobre todo hay una única voz cantante, de forma que es más sencillo tomar decisiones. Dorna oye, escucha, valora, negocia si llega el caso… pero es ella quien decide.

Ya lo dijo Alejandro Agag en su día. Liberty debe apartar a los equipos de la gobernanza de la F1.