En la India, los policías llevan cascos con forma de coronavirus

El segundo país más poblado del mundo -1.300 millones de habitantes- también vive en confinamiento, con el riesgo añadido de que una crisis sanitaria de estas dimensiones puede causar estragos en sus capas sociales más pobres. Las últimas estadísticas hablan de 1.590 casos confirmados y 45 muertes.

La cuarentena de la India es por 21 días. Comenzó la semana pasada, de modo que todavía quedan otras dos por delante. Por número de personas implicadas, es el confinamiento más extenso de todo el planeta. En China, el país donde se originó el brote, las restricciones se localizaron en las zonas más afectadas.

Y es en esta tesitura de incertidumbre que ha entrado en escena un oficial de policía de Chennai llamado Rajesh Babu. Es fácil reconocerlo, porque ha cambiado su casco de moto habitual por uno con la forma característica de un virus. Una iniciativa pintoresca, pero que consigue que los ciudadanos sean conscientes de la situación que vive el país.

Pero todo indica que Rajesh no es un llanero solitario, porque en las últimas horas también han aparecido fotografías de Bangalore que demuestran que ahí los agentes de policía también han seguido su ejemplo. Unas instantáneas excepcionales que retratan el momento excepcional que atraviesa la humanidad.

En la India, el confinamiento es una medida especialmente problemática por la precariedad laboral, la consiguiente falta de viviendas con garantías para los estratos más pobres y la movilidad de los ciudadanos que viven alejados de sus hogares para aportar un salario. De hecho, en cuanto trascendió la noticia del confinamiento muchos emprendieron el camino de regreso a casa. Los expertos temen que esos desplazamientos hayan podido esparcir el virus por las zonas más rurales del país.