El circuito de Río de Janeiro puede esconder... ¡minas sin detonar!

A principios de este mes, el Gobierno de Brasil aprobó el proyecto para construir un nuevo circuito de Fórmula 1 en la antigua base militar Deodoro, que se usó como sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Será un trazado en el que se espera que además del Gran Circo, corra también MotoGP.

Desde Interlagos, la sede actual del GP de Brasil, confían en mantener la Fórmula 1 en el Autódromo José Carlos Pace, sobre todo después de un revés que acaba de sufrir el proyecto de Río de Janeiro y que puede afectar a su desarrollo.

Sportlight Agency ha filtrado unos documentos, de cuando se desmanteló la base militar de Deodoro, que aseguran que el terreno entonces fue entonces un campo de minas y que cuando desmantelaron la base militar, no pudieron explorar bien todas las áreas para asegurarse de si quedaban minas activas.

Apuntan que durante el barrido que hubo en 2014 y 2015 se encontraron unas 167.000 minas que detonaron de forma segura. Sin embargo, los papeles indican que las áreas permanentemente inundadas y algunos cauces no se exploraron en busca de minas, por las limitaciones que tenían los operarios en cuanto a material y técnicas para completar esta tarea. Así, es posible que a día de hoy haya minas activas en el terreno.

El proyecto de Río de Janeiro está pensado para sustituir a Interlagos desde 2021 hasta 2030. El gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, está ofreciendo todas las facilidades para allanar el camino y posibilitar el traslado de la Fórmula 1 a la ciudad costera brasileña. De hecho, la Secretaría de Deportes de Brasil ya ha aprobado una ley para que Río de Janeiro pueda comenzar a albergar el Gran Premio de Brasil en 2021.