El Bugatti Veyron es tan caro de mantener como te imaginas

Una operación tan simple como un cambio de aceite se dispara hasta los 25.000 dólares, el equivalente a unos 22.500 euros. El motivo, la compleja instalación del tanque de aceite, que obliga a desmontar el tren trasero para acceder a él y a confiar esta tarea a profesionales de talleres especializados en alta gama.

Pero ésa no es la única fuente de gastos. Bugatti recomienda cambiar las llantas cada 16.000 kilómetros al módico precio de 9.000 euros y sustituir los neumáticos, que cuestan otros 34.000 euros, cada dos o tres años. Es el precio a pagar para que el Veyron esté siempre en condiciones para contener sus más de 1.000 caballos de potencia.

Eso significa que la primera visita al taller puede escalar rápidamente hasta los 100.000 euros a la mínima que algún componente más precise intervención, un montante superior al coste de un Jaguar F-Type nuevo y próximo al de un Porsche 911 de última generación.

Esta cifra sería inasumible para una gran mayoría de la población, pero cabe pensar que aquellas personas que pueden permitirse los dos millones del Veyron también pueden hacer frente a las facturas del mecánico. De hecho, tan es así que a menudo sus propietarios coleccionan otros modelos de la firma.

Los datos los ha revelado Manny Khosbin, un magnate de Estados Unidos especializado en el sector inmobiliario. Es toda una celebridad en las redes sociales y en YouTube, donde no esconde su colección de vehículos privados. En uno de ellos, de hecho, lleva su Veyron al servicio oficial.

Khosbin tiene tres Bugatti en su colección y pronto incorporará un cuarto, porque ha trabajado conjuntamente con la firma francesa y con Hermes para crear una edición especial del Bugatti Chiron, que ha denominado Bugatti Chiron Hermes Edition y que estará limitada a un único ejemplar.

Seguro que será más económico el mantenimiento del nuevo Bugatti eléctrico, un proyecto que ahora está pendiente de la aprobación de la junta de la compañía. El objetivo es que el modelo cueste menos de un millón de euros, un montante más accesible que los que maneja en la actualidad la compañía.