Barcelona prepara una revolución en las zonas azules y verdes

El consistorio barcelonés quiere que el precio de aparcar en la vía pública se convierta en una herramienta más de su política medioambiental, reforzando así la eficacia de las limitaciones y restricciones al tráfico en la zona de bajas emisiones que prácticamente cubre toda la ciudad y también zonas importantes de Hospitalet y Santa Coloma.

En este caso lo que se busca es inducir a una parte importante de los ciudadanos a dar el paso al transporte público, en detrimento del automóvil como forma de desplazamiento urbano.

Los nuevos parquímetros no emitirán tickets, por lo que no será necesario guardarlos en el salpicadero como hasta ahora. El conductor deberá introducir la matrícula de su coche y con eso el vigilante de turno tendrá bastante para saber si el coche aparcado ha pagado o no.

Estos nuevos parquímetros serán 'inteligentes'. Con la matricula del coche sabrán qué etiqueta medioambiental tienen y calcularán la tarifa a aplicar según el caso. Posiblemente también podrá discernir si el vehículo es residente en la zona o no, para aplicar la correspondiente tarifa si se aparca en la zona verde. Y también si debe aplicarse recargo en los días que se produzcan episodios de contaminación; un recargo de dos euros para los coches 'térmicos' y bonificación del 100% a los eléctricos.

Los nuevos parquímetros permitirán pagar desde el móvil, además de aceptar efectivo y tarjeta. El programa que se intuye en la pantalla —que esperemos sea táctil— será similar al de una App para teléfono móvil.

Antes de final de año se espera que estén instalados 2.068 nuevos parquímetros, 700 menos que en la actualidad, pero suficientes de entrada.

El tema es que los coches térmicos pagarán entre 50 y 75 centésimos más que ahora si tienen la etiqueta C, mientras que un Diesel de categoría B sufrirá un incremento de un euro por hora, con lo que el precio se disparará a 3,50 euros por hora.

Como pasa siempre en estos casos, los párkings privados aumentarán sus precios en consonancia,a l menos en las áreas urbanas de mayor ocupación.

No lo dicen, pero estos parquímetros, al no exigir ticket sino ser totalmente electrónicos, pueden llevar a que las plazas reservadas para motos se conviertan en poco tiempo en plazas de pago… y además se prohibiría aparcar en las aceras. Pero ésta ya es otra historia.