Más condenas por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas

La negra estadística sale de los datos de la Fiscalía General del Estado, cuya última memoria ha registrado nada más y nada menos que 56.173 condenas a conductores bebidos o drogados durante todo el año 2018, un aumento de 5.088 respecto a lo vivido en el ejercicio precedente.

Esta misma fuente de datos afirma también que las condenas a conductores por ponerse al volante bajo los efectos del alcohol o de las drogas suponen el 21% de todas las emitidas por los jueces de cualquier tipo de delito. Se trata, por tanto, de una de las conductas delictivas más extendidas en nuestro territorio.

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Los datos de la Fiscalía General del Estado dejan bien claro que el conductor español no es consciente del riesgo que implica salir a la carretera tras haber consumido alcohol y/o drogas. Y no sólo para él mismo, sino para todos los usuarios de la misma que le rodean. Según datos aportados por El País, en España vemos cómo un 40% de los fallecidos por accidente de tráfico presentaba restos de alcohol y/o drogas en su organismo.

¿Cómo va a reaccionar la DGT ante estos datos? Pere Navarro ya anunció hace un tiempo que no se preveía un aumento de las penas por conducir bebido o drogado, ya que bajo su punto de vista algo así no sería efectivo. Sí se llevará a cabo un aumento del número de controles, de tal forma que el conductor sienta que las autoridades pueden sorprenderle en cualquier momento.

Este aumento del número de controles de alcoholemia y/o drogas supondrá un cambio de tendencia ya que, tras los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy en lo que a la vigilancia de las carreteras se refiere, pasamos de tener 6,4 millones de estas operaciones en 2013 a 5,18 en 2017. Además, Pere Navarro anunció hace unos meses la incorporación a la Agrupación de Tráfico de 250 nuevos agentes, más otros 400 que deben llegar durante 2019.