La DGT 'engaña' a los conductores para que bajen la velocidad

Durante mucho tiempo ha existido la creencia popular de que muchos de los radares colocados en las carreteras están allí simplemente para disuadir a los conductores y que no son capaces de poner multas porque realmente son cajas 'vacías'. Hasta ahora no había confirmación oficial, pero Pere Navarro, director de la DGT, ha asegurado a Europa Press que eso es cierto.

Ante esta situación, Navarro aclara que el cartel de aviso de radar ya es suficiente incentivo para que los conductores aminoren la marcha. De esta manera se logra un ahorro en material y, sobre todo, se consigue reducir la velocidad del tráfico sin necesidad de aplicar multas para ello. Sin embargo, no todos los planes de la DGT se van a reducir a utilizar este 'efecto placebo', pues asegura que el organismo colocará más radares de tramo auténticos en lugares donde sean realmente provechosos para reducir la siniestralidad, siempre sin ningún 'afán recaudatorio'.

Navarro también ha tenido tiempo para comentar la polémica que ha surgido actualmente ante las denuncias de varios afectados que aseguran que los radares no aplicaron los márgenes de error correctamente. Para entenderlo, hay que explicar la regla del 7, por la cual, a velocidades inferiores a 100 kilómetros/hora, los dispositivos aplican un margen de 7 kilómetros/hora, mientras que a velocidades mayores, el margen se sitúa en el 7%. Por ley, esto es así debido al propio margen de error con el que cuentan los radares más antiguos, pero los más nuevos se sitúan en el 3%. A este efecto, Navarro ha comentado que si se deben aplicar mayores márgenes, ''se dará más margen y no pasa nada, lo que queremos es evitar discusiones evitables''.

Por último, también comentó que los planes a corto plazo del organismo pasan por modificar el Reglamento General de Circulación, que actualmente contempla una velocidad genérica de 50 kilómetros/hora con excepciones a 30 kilómetros/hora, para aplicarse al contrario, con la velocidad en ciudades a 30 kilómetros/hora y, excepcionalmente, a 50 kilómetros/hora. Con esta medida se pretende proteger a peatones, ciclistas y motoristas.