La FIA detectará a los aficionados mal situados en el WRC

Los selfies se han convertido en un reto difícilmente controlable en el Mundial de Rallies. Los desafíos virales o las ganas de conseguir seguidores y el aplauso en las redes sociales han puesto de nuevo sobre la mesa el problema de la seguridad de los espectadores y de los propios participantes. Las cámaras on board nos han permitido comprobarlo, haciéndonos contener la respiración ante las situaciones creadas por algunos inconscientes.

Si hace unos años la FIA trabajó muy duro para que los organizadores propusieran zonas acotadas para los espectadores, está claro que no pueden ponerse puertas al campo. Es materialmente imposible controlar 20 ó 30 kilómetros de especial; siempre hay algún recoveco donde colarse.

Y así hemos visto como en muchos rallies debe anularse alguna especial simplemente porque los espectadores no hacen caso a las recomendaciones de los oficiales de carrera, anteponiendo visibilidad y adrenalina a la propia seguridad. Basta unos pocos espectadores inconscientes campen a su libre albedrío para que miles de aficionados queden privados del espectáculo.

La mala colocación del público ha jugado malas pasadas en los últimos años. Esto propició que Polonia se cayera del calendario, pero prácticamente en cada rally tenemos alguna especial cancelada por este motivo. Sin ir más lejos, en el Montecarlo de este año ocurrió, pese a que el incidente de 2017 –con un fallecido incluido– aún queda fresco.

Por ello, la FIA se ha puesto manos a la obra y tratará de poner fin a este mal hábito por parte de los aficionados. El acuerdo consiste en que la Federación utilizará la tecnología de Siemens para encontrar aficionados mal situados. Esto facilitará que los organizadores puedan tomar medidas preventivas y, por ende, evitar accidentes.

"La FIA encabeza la agenda para conectar los deportes de motor y la movilidad urbana, para inspirar el cambio y crear un impacto de transformación en la vida de las personas", comenta el presidente de la FIA, Jean Todt, en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra.

"Este acuerdo entre Siemens y la FIA es un proyecto que involucra investigación y desarrollo con el más alto nivel de tecnología de los deportes de motor y transporte urbano. Nos permitirá hacer las carreras más seguras e influir significativamente en el desarrollo del transporte en las ciudades", agrega.

El año pasado, más de cuatro millones de espectadores asistieron a algún rally del Mundial, todos ellos repartidos entre los muchos kilómetros de tramos. Esto dificulta la posibilidad de garantizar que todos actúen correctamente, pero Siemens dará un primer paso con las simulaciones avanzadas en 2D y 3D, con sistemas basados en sensores. Además, afirman que todo lo aprendido tendrá su positiva repercusión en el tráfico de las ciudades.

"En la era de los vehículos cada vez más automatizados, las carreras serán un banco de pruebas esencial para la industria automotriz, que necesita la mayor variedad de datos y los entornos más desafiantes para continuar construyendo tecnologías avanzadas, conectadas y eléctricas", agrega Edward Bernardon, vicepresidente de la iniciativa estratégica automotriz de Siemens PLM.