La seguridad del nuevo Jeep Wrangler, en entredicho

El reciente endurecimiento de las pruebas de choque de EuroNCAP exige más que nunca a los fabricantes de coches para que estos sean catalogados con la máxima puntuación. Lejos de ella se ha quedado el nuevo Jeep Wrangler, que tan sólo ha obtenido una estrella sobre las cinco posibles, con un 50% en la protección de adultos, un 69% en la protección de niños, un 49% en lo que a la protección de usuarios vulnerables de la carretera se refiere y un 32% en asistencias a la conducción.

No disponer de serie del sistema de frenada de emergencia automático ha sido uno de los grandes lastres del Jeep Wrangler en las pruebas de EuroNCAP. Ningún vehículo sin este dispositivo aspira a las cinco estrellas. Según esta organización, el Wranger "es un vehículo que se queda muy por detrás de sus perseguidores a pesar de que acaba de llegar al mercado".

Estructuralmente el Jeep Wrangler puede ser un problema en caso de impacto por la parte del salpicadero. También se habla de una carrocería inestable. De todo ello se puede deducir que el pecho del conductor no está todo lo bien protegido que debería. Sucede lo mismo con el cuello y el pecho de los ocupantes de las plazas traseras. Además la organización afirma que después de comprobar cómo queda el coche tras la prueba de impacto frontal -se realiza a 64 kilómetros/hora- dudan que éste pueda afrontar con éxito un golpe mayor.

No todo son malas noticias para el Jeep Wrangler. Desde EuroNCAP afirman que en la prueba de impacto lateral el todoterreno alcanzó la máxima puntuación al lograr una buena protección en todas las zonas consideradas críticas.

El veredicto emitido por Michiel van Ratingen, máximo responsable de EuroNCAP, es contundente: "Es muy decepcionante ver que un vehículo nuevo se pone a la venta en 2018 sin un sistema de frenada automática y sin asistencia de mantenimiento de carril. Es hora de que veamos un producto del grupo Fiat-Chrysler que ofrezca seguridad a la altura de sus competidores".