Ken Block, ante la Gymkhana Grid 2018: "Parece que este coche quiere matarme"

El olor a goma quemada ha vuelto a Johannesburgo, que acogerá la novena edición de Gymkhana Grid –séptima con este nombre–, un formato de carreras a medio camino entre el Rallycross y el drifting puro inventadas por el ex piloto del Mundial de Rallies y 'showman' sobre ruedas Ken Block.

El escenario se llama Carnival City y es un complejo hotelero con resort y, sobre todo, con un casino enorme ubicado bajo una todavía más enorme carpa que parece sacada del Circo Ringling. Inmediatamente a su lado, una explanada de cuidado asfalto servirá de pista para los 42 inscritos, divididos en dos categorías: tracción total y propulsión trasera. Ésa es toda la división para una carrera que admite en la misma pista a un BMW Serie 3 E46 ligeramente modificado que al Volkswagen Polo del Mundial de Rallycross.

Por supuesto, la tabla de tiempos pone a cada uno en su sitio y, en las primeras pasadas de entrenamientos disputadas ayer acudimos al primer duelo entre Johan Kristoffersson y Petter Solberg, los máximos candidatos a la victoria final. De momento, el primero encabeza la tabla pero con escasas 160 milésimas de ventaja sobre el segundo, en un recorrido de poco más de dos minutos que incluye dos pasadas al circuito de obstáculos, a su vez está dividido en dos mitades simétricas. 

Aquí @kblock43 haciendo el burro en los últimos entrenamientos con el Mustang Hoonigan. He hablado con él esta mañana, en breve la entrevista. Lástima que el olor a goma quemada no cabe en el tuit @GymkhanaGRID #Johannesburgo pic.twitter.com/HsPj6RlnJE

— Cristóbal Rosaleny (@crosaleny) 30 de noviembre de 2018

Un gran ausente en la clasificación es el fundador de la Gymkhana Grid e ídolo del drifting mundial, Ken Block. El exmundialista no pugnará este año por la victoria, aunque ha llevado a Sudáfrica su bestial Ford Mustang Hoonicorn RTR V2 y lo usó ayer para realizar exhibiciones y copilotajes siempre excesivos en quema de neumático. De hecho, Block sí competirá, pero no por la victoria absoluta sino por una modalidad que introduce esta edición de la carrera, llamada Smoke and Style y consagrada a sumar puntos por espectacularidad y no sólo por tiempo. Un panel de jueces decidirá sobre la calidad de la pasada y, por tanto, la identidad del ganador.

Tuvimos ocasión de hablar con Block, directo y elocuente a pesar de las tres horas que había dormido la noche previa, en un vuelo de 20 horas que le trajo hasta Johannesburgo: "A veces parece que este coche quiere matarme", dijo en referencia a lo indómito de los 1.400 caballos de su montura, imposible de comparar con coches más ligeros y más capaces de transmitir su potencia al suelo: "Habría coches mucho más rápidos para hacer esto, pero en el fondo, es un reflejo de mi vida; podría haberme ido mejor en las carreras, pero dediqué mucho tiempo a la creación de las Gymkhanas y de este evento, que ofrece la oportunidad a jóvenes talentos de abrirse una ventana al mundo y destacar ante figuras consolidadas".

Sus tres hijos, que hablan perfectamente español y pasan mucho tiempo en Ibiza, también han hecho sus primeros pinitos a los mandos de un coche con propensión a derrapar: "Es un privilegio para mí poderles transmitir mis experiencias y que disfruten con lo mismo que yo".

Oliver Bennett  © Eric Palmer

En la clasificación de coches de propulsión trasera destaca el británico Luke Woodham, con su Nissan Silvia S14A. Ayer fue el más rápido en su categoría y se manifestó agradecido a Block y a Monster –la marca de bebidas patrocinadora principal del evento y mecenas de varios de sus participantes– por darle la oportunidad de convertirse en profesional del drifting: "Esto ha sido como una bola de nieve que ha crecido a cada paso que he dado; disfruto como un loco y me puedo dedicar a ello a tiempo completo. Dicen que soy el favorito también para este año, pero hay rivales fuertes ahí fuera".

Uno de esos rivales es el también británico Steve Biagioni, alias ‘Baggsy’, con el que SoyMotor.com tuvo la ocasión de compartir las primeras pasadas al intrincado trazado sudafricano: "He venido con un Silvia S13, pero lleva cambio Quaife y un motor Chevrolet LS3", fue lo primero que nos dijo, para seguir con su aspiración de superar a Woodham hoy.

Johan Kristoffersson  © Eric Palmer

La presencia de Kristoffersson y Solberg enriquece mucho la Gymkhana Grid. Ambos corren con la estructura de Solberg y sin duda integran el garaje donde más personas trabajan, aunque curiosamente ayer lo hicieron más con el Citroën Xsara WRC con el que participará el hijo de Solberg, Oliver Solberg. Rubio y aparentemente inofensivo, este chaval de 17 años recién cumplidos será el participante más joven de la historia de Gymkhana Grid. Con la sangre de Solberg y de su esposa Pernilla, que también fue piloto de rallies, Oliver utilizará esta prueba como un camino hacia la visibilidad que no le otorga su subcampeonato sueco de rallies en una disciplina donde la media de edad supera ampliamente los 25 años.

Un Mustang semidescapotable para el héroe local Jason Webb, un Corvette C6 para el japonés Daigo Saito –que compite en el prestigioso certamen nipón D1 Grand Prix– o un Nissan Skyline R33 para la participante femenina Tessa Whittock son algunas de las variadísimas monturas que hoy estarán unidas por su extraordinaria capacidad para ‘asesinar neumáticos’, como dice la propia organización.