Brown, contento tras la reunión de Mónaco sobre la Fórmula 1 de 2021

La categoría reina se embarcará en una nueva era en la temporada 2021, que es cuando entrará en vigor la próxima generación del Pacto de la Concordia. En Montecarlo ha habido un nuevo encuentro entre todos los integrantes del Pit-Lane, el segundo después de un primer contacto en Baréin.

Brown está contento, porque siente que la Federación les ha dado respuestas concretas a sus inquietudes. También aprecia su voluntad de diálogo y su capacidad de negociación, que cree positiva para los intereses de la competición.

"Eric Boullier, Jonathan Neale y yo mismo estuvimos en la reunión, como el resto de equipos", explica el director del equipo McLaren.

"Me alentó que Jean Todt nos diera el compromiso de que a finales de junio tendríamos la normativa de motores, ya que queríamos una fecha definitiva".

"Creo que han demostrado que han escuchado a los equipos desde que presentaron sus planes en Baréin. Repasaron lo que nos dijeron, nos dijeron qué habían escuchado y nos dieron algunas opiniones".

"Los equipos estamos ansiosos no sólo por la reglamentación de los motores, sino también por la gobernanza, la economía… Todos necesitamos adaptarnos a lo que claramente será una nueva Fórmula 1".

La Fórmula 1 que vendrá tendrá un techo presupuestario de 150 millones de dólares, que se aplicará de forma progresiva entre 2021 y 2023 para permitir que los equipos reduzcan sus recursos de una forma sensata.

Brown cree que su escudería tendrá agilidad para reubicar a sus empleados, en caso de que se implante una limitación de personal derivada de las restricciones económicas.

"Creo que el techo presupuestario que se propone provocará una reducción, en algunos equipos más que en otros. Creemos que nos da el beneficio de poder volver a emplear a esa gente, en vez de eliminar puestos. Creo que estaremos preparados para reaccionar a la normativa que se aplique. Por eso queremos conocerla lo antes posible para poder empezar a planificar".

En cuanto a motorización, todo apunta a una simplificación de las unidades de potencia. Se conservará la arquitectura V6 Turbo, pero se suprimirá el MGU-H. Los propulsores serán más sencillos, más baratos, más ruidosos y más potentes.

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