Adiós al Brabham BT62: Brabham Automotive cierra sus puertas

En enero de 2024, David Brabham comunicó que “tras seis años de colaboración, ha llegado a su final el acuerdo entre el Grupo Brabham y Fusion Capital, el accionista mayoritario, único financiador y operador de la empresa automovilística”. En consecuencia, el BT62 desaparece sin que se sepan cuántas unidades se han llegado a entregar.

Brabham estaba dirigida por el expiloto de Fórmula 1 y ganador de Le Mans David Brabham –y por supuesto, hijo del tres veces campeón mundial Sir Jack Brabham– reveló a mediados de 2018 el BT62, considerado desde ese mismo momento como el continuador de una saga de nombre legendario.

El coche llegó en principio bajo la vitola de estar preparado para su uso en circuito. Una máquina perfecta para ser el rey de los 'track days'. Entonces supimos que su motor era un V8 de 5.4 litros de 710 caballos. Respecto a su diseño, hay que decir que Brabham partió de una hoja en blanco, aunque hay quién ve en él ciertas reminiscencias de Lamborghini.

El Brabham BT62 incorporaba una suspensión de brazos dobles oscilantes delante y detrás, junto con amortiguadores Ohlins ajustables de cuatro vías accionados por varillas de empuje, barras estabilizadoras regulables, con un enfoque claro hacia el rendimiento. Todo el conjunto pesa solo 972 kilos en seco, y se le suma un sistema de escape de competición y una caja de cambios secuencial de seis velocidades que promete "cambios ascendentes de potencia plena". Hablamos de un tracción trasera, naturalmente.

También cobraba especial importancia su aerodinámica. Aparte del protagonismo de la fibra de carbono, encontramos divisores, difusores en abundancia y un gran alerón trasero. Con todo el trabajo, al que se une un fondo plano, Brabham estimaba una carga aerodinámica de más de 1.200 kilogramos, lo que exigirá estar muy en forma para llevar este coche a su límite.

Para parar al BT62, los frenos, Brembo de seis pistones, tienen conductos de refrigeración de fibra de carbono y ABS de especificaciones de competición y control de tracción. Están alojados detrás de las llantas de 18 pulgadas con bloqueo central y neumáticos de competición Michelin a medida.

El interior era espartano, con un volante de fibra de carbono extraíble, asientos también de fibra de carbono con un arnés de seis puntos, una caja de pedales ajustable y un panel de carbono con un grupo de instrumentos digitales de 12 pulgadas. Había Alcantara, tiradores de puerta de cuero y un extintor de incendios. Y nada más.

El primer BT62 desvelado usaba los colores verde y dorado del BT19 y el número 12, una combinación que resultó victoriosa en el GP de Francia de 1966. Brabham anunció que sólo constriuiría 70 unidades, en homenaje a los 70 años de la F1, que fue el gran motivo de nacimiento de la marca. Por ello, los primeros 35 modelos homenajearían las 35 victorias en Gran Premio de Brabham, de ahí que el primero tenga los colores no sólo del GP de Francia, sino del primer campeonato del mundo ganado por la firma de la mano de su fundador, Jack Brabham.

"Me propuse hace doce años restablecer el nombre icónico de Brabham, determinado a volver a la competencia mundial", explicaba entonces David Brabham, jefe de Brabham Automotive. "Mi padre tenía una increíble determinación de triunfar y, como él, he trabajado incansablemente durante este tiempo, aprovechando mi experiencia como piloto de carreras, líder y mentor, sin perder nunca de vista ese objetivo.Ha sido desafiante a veces, pero lo que hemos logrado es simplemente asombroso. La presentación de hoy me hace sentir increíblemente orgulloso a medida que el legado de Brabham entra en una nueva era".

LAS VERSIONES DE CALLE... Y DE COMPETICIÓN

Todo lo hablado hasta ahora corresponde con la versión conocida como Ultimate Track Car. Sobre ella, todo cliente que lo deseara puede edificar la variante Road Compliant Conversion, que proponía una serie de modificaciones para permitir que el coche estuviera homologado para circular por la calle. Por ejemplo, se elevaba la altura de la carrocería, se modificaba la dirección para facilitar las maniobras y se añadían comodidades como una mejor tapicería o aire acondicionado. El peso del conjunto crecía ligeramente.

En el otro extremo está la versión Competition, destinada a su uso en carreras oficiales. De ella desaparecen todos los elementos que no sirvan para correr, asiento del copiloto incluido. Además Brabham facilitaba una serie de repuestos iniciales al cliente. Por lo demás, el coche es exacto al Ultimate Track Car. Su debut en competición estaba previsto para el fin de semana del 9 y 10 de noviembre en Brands Hatch, si bien las primeras entregas a clientes particulares no llegarían hasta 2020.

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