COCHES

COMPARATIVA

Del CLK GTR al Project ONE: 20 años de herencia hiperdeportiva

Repasamos la historia de los supercoches de la división AMG de Mercedes
Comparamos técnicamente a las dos fechas plateadas
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17 Sep 2017 - 12:08

Corría el año 1997 cuando Mercedes-Benz decidió crear un automóvil que pudiese competir en el Campeonato GT de la FIA y, a diferencia de sus rivales, también tuviese una variante de calle que lo convirtiese, más que en un coche de carreras, en un objeto de deseo. Hablamos del Mercedes-AMG CLK GTR, que pocos años más tarde evolucionaria en el CLR, famoso por despegar literalmente en la recta trasera de La Sarthe en 1999.

Al CLK GTR, que un año más tarde competiría en las 24 Horas de Le Mans, se le considera uno de los pocos GT1 de la historia que se han homologado para circular fuera de los circuitos junto al archiconocido 911 GT1. Tan sólo se fabricaron 25 unidades, que fueron construidas entre 1998 y 1999 en la planta de Affalterbach, aunque para este modelo se empleó un proceso de elaboración completamente artesanal, similar al empleado en las series SLR.

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24 unidades se fabricaron con el volante a la izquierda y sólo una, creada especialmente para el Sultán de Brunei, con los mandos a la derecha, si bien todas constaban de un mismo motor V12 puesto a punto por la británica Ilmor que incrementó su cilindrada hasta los 6,8 litros gracias a la supresión de algunos componentes necesarios para la competición. Otorgaba 720 caballos de potencia y 780 Newton metro de par.

Así, más allá de su flamante diseño con casi 2 metros de anchura, 4,85 de largo y tan sólo 1,16 de altura, el Mercedes-AMG CLK GTR registró varios récords, especialmente relacionados con sus prestaciones, pero también con su precio, pues además de acelerar de 0 a 100 en 3,8 segundos y alcanzar velocidades de 322 kilómetros por hora, esta joya fue considerada el automóvil de producción más caro del Siglo XX: 1,5 millones de euros.

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Sin embargo y pese a tratarse de una reliquia automovilística, exclusiva como pocas, tan sólo se conoce la existencia íntegra de poco más de la mitad de las unidades que fueron firmadas por Stuttgart. Incluso si tenemos en cuenta que en el año 2000 se construyeron 6 ejemplares más del CLK GTR en su versión descapotable Roadster, se habla de que sólo quedan 16 unidades, aunque la mejor conservada yace en el museo de la marca.

Este pedazo de la historia sobre ruedas que, como cualquier coche de Mercedes, equipaba un interior completamente forrado de piel, aire acondicionado y control de tracción para garantizar su estabilidad en manos inexpertas, ha dado paso 20 años más tarde a otro hiperdeportivo que hereda su filosofía, el Mercedes-AMG Project One, el cual fusiona la última tecnología empleada en la Fórmula 1 con un vehículo de calle.

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Mientras Pagani ha mantenido vivo el motor V12 del CLK GTR con sus debidas evoluciones a lo largo de estas dos últimas décadas en sus Zonda, el Project One nace con una propuesta de propulsión radicalmente diferente, pues se trata de un biplaza híbrido de 1020 caballos que combina un motor V6 de 1,6 litros turboalimentado con cuatro motores eléctricos.

Este monstruo del asfalto, que conmemora el 50 aniversario Aufrecht Melcher Grossaspach, además de derivar directamente de un F1 ganador como el W06 de 2015, está diseñado con el foco en la aerodinámica, tanto que logra un coeficiente de resistencia casi un 50% mejor que su predecesor de los años 90. Más y mayores tomas de aire, un enorme difusor y un F-Duct participan especialmente en esta mejoría.

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A diferencia del CLK GTR, el motor de competición del Project One puede alcanzar las 13.500 revoluciones por minuto, algo que acortará su vida hasta los 50.000 kilómetros, cuando el primer modelo, si se conserva bien, puede recorrer hasta 10 veces más distancia, pese a que pocos propietarios se planteen hacerle esto a un vehículo que, por suerte o por desgracia, suele estar el 99% del tiempo guardado en un garaje junto a otros coche míticos.

Así, el nuevo asteroide de la marca de la estrella rompe todos los récords de su anterior hypercar y le supera prácticamente en todas la áreas, pues además de costar 2,3 millones euros por unidad, el Project One acelera de 0 a 100 en 2,5 segundos y alcanza 354 kilómetros por hora en menos de 45 segundos gracias, entre otras cosas, a una relación peso/potencia de prácticamente 1:1 y a una transmisión secuencial extremadamente rápida.

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No obstante, esta bestia no será ni mucho menos tan exclusiva como el CLK GTR y eso que a diferencia de este, cuenta con un interior al que no le falta ningún lujo ni tecnología, pues Mercedes-Benz ha decidido que se fabricaran 275 ejemplares con vistas a crear una versión Roadster en los próximos años, mas los primeros no serán entregados a sus clientes hasta 2020. ¿Vosotros con cuál os quedáis? Nosotros tenemos serias dudas.

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