Seat y Gas Natural FENOSA firman un acuerdo para impulsar el GNV

Esta sinergia permitirá, en el medio plazo, encabezar el crecimiento del GNV como un combustible eficiente y más limpio, alternativo a la energía eléctrica. De este modo, se podrán crear nuevas infraestructuras de repostaje, se acelerará el desarrollo de mecánicas que admitan este tipo de combustible y se darán facilidades a los autónomos de nuestro país para que se puedan beneficiar de sus ventajas.

Además, tanto Seat como Fenosa trabajarán en un programa de carga de gas doméstica focalizada en los particulares, por lo que será posible repostar desde nuestro propio garaje al igual que lo haríamos con un coche eléctrico. También han adquirido el convenio de investigación en vehículos impulsados por gas natural comprimido, como el actual León y, en el futuro, los nuevos Ibiza y Arona del fabricante automovilístico ibérico.

“Con esta asociación confirmamos nuestro compromiso con el desarrollo de gas natural comprimido como combustible alternativo. Los vehículos propulsados ​​a GNC contribuyen activamente a la movilidad eficiente en las ciudades, a la reducción de las emisiones y para cumplir con las nuevas normas medioambientales. El papel de las administraciones también es fundamental para la inversión en la infraestructura que acelera el número de estaciones de servicio de gas natural y hace que una tecnología más accesible”, aseveró el CEO italiano de Seat.

Por su parte, Fainé señaló que "este acuerdo nos permitirá seguir para promover la movilidad sostenible, tanto en el sector privado y el dominio público. El gas natural vehicular ayuda a mejorar la competitividad y fomenta el desarrollo económico, gracias a su precio competitivo y papel clave en la mejora de la calidad del aire en las ciudades".

España es actualmente el país de Europa con el mayor número de estaciones de servicio que suministran gas natural licuado y la segunda mayor flota de vehículos de transporte alimentados por este combustible, que reduce las emisiones de CO2 y mejora así de la calidad del aire que respiramos. De hecho, se llega a emitir un 85% menos de óxido de nitrógeno y disminuye el dióxido de carbono en un 24%, oprimiendo el efecto invernadero.