Penalti y expulsión

Y, al igual que Rafa Guerrero, el linier que saltó a la fama por aquella jugada, yo también hubiera enseñado roja directa a Sebastian Vettel. Y en el momento del calor, al menos amarilla a Lewis.

Penalti y expulsión como la mereció Michael Schumacher en Jerez 1997 por intentar sacar a Jacques Villeneuve del asfalto. O como se le enseñó de forma no demasiado justa y con retroactividad a Ayrton Senna en su primer incidente en Suzuka con Alain Prost; me pareció más flagrante el segundo, el del año siguiente.

La maniobra de Vettel no deja lugar a dudas. Un volantazo intimidador, digno de esos que se ven en las escenas de persecución de las películas americanas. Y ni siquiera en el fragor de la batalla, sino en un momento de neutralización de la carrera, aún tras el safety car. No tiene perdón. 

No sé si Hamilton ralentizó mucho o no. Si provocó que Vettel lo tocara por detrás. A primera vista así lo parecía, pero los comisarios tras visionar la telemetría dijeron que no, que lo había hecho como las vueltas anteriores. En cualquier caso, su llamada a 'aclarar posturas' de hombre a hombre, no puede ser tolerada.

En Ferrari estaban caldeados. Culpan a Bottas de los problemas de Kimi…. y el finés se salvó de la vuelta perdida por el Safety-Car y fue llevado en volandas hasta el segundo puesto.

En Ferrari pueden darse por satisfechos con haber aumentado en dos puntos la ventaja de Vettel sobre Hamilton. Y sobre todo que la bandera roja casi inmediata les permitió cambiar el morro de Vettel sin perder el tiempo de una parada en box, mientras los mecánicos de Mercedes arreglaban como podían el fondo plano de Lewis. ¡en régimen de bandera roja, debería imponerse la regla de parque cerrado!.

Pero la cosa puede no acabar aquí. Jean Todt no estará muy contento. Los malos modos de Vettel no son cosa de este Gran Premio, de una ‘ida de olla’. Recordemos el reciente GP de México, sus comentarios ofensivos por radio hacia Max Verstappen y Charlie Whiting, que a punto estuvieron de acarrearle una sanción…. Lo que motivo "su sincera disculpa inmediata de forma que el presidente de la FIA, Jean Todt, ha decidido no llevar al piltoo ante la Corte Internacional de la FIA". 

Dos ocasiones muy cercanas en las que Vettel pierde los estribos. Quizás Sebastian ve en este año su gran oportunidad de nuevo título y que los progresos de Mercedes son más veloces que los de Ferrari. En cualquier caso, Arrivabene y sus hombres deben atarle corto y calmarle.

Con los tres puntos de penalización infligidos, Vettel ya ha perdido 9 en su carnet. En Silverstone recuperará dos… pero si en Austria se ve involucrado en otra trifulca que le cueste 3 puntos, ello acarreará una carrera de suspensión que quizás le cueste el título.

En cualquier caso, lo que hizo Vettel es inadmisible. La tentación de un castigo ejemplar flota en ciertos ambientes… sobre todo de cara a los que empiezan. Pero sabiendo que ello pudiera arruinar la emoción del campeonato, quizás esto baste por ahora.

Eso sí, a la próxima será penalti, expulsión….. y suspensión.