Abiteboul y los motores: "Cuidado con soluciones que parezcan sencillas"

"Hay dos cosas en la vida: lo que quiero y lo que necesito. No creo que la F1 pueda permitirse dar la espalda a factores que son determinantes en un fabricante en el actual modelo de la F1. Podríamos ver la F1 cambiar su modelo de negocio para hacer un cambio radical y afrontar algo que no tenga influencia en la automoción, pero será un movimiento arriesgado", explica Abiteboul a la ESPN.

Cyril a la vez piensa en el nuevo mercado que se abrirá en los próximos años. El de Renault cree que centrarse en el aficionado existente y que ya conoce la F1 es un error, por lo que se debe trabajar en los aficionados que vengan en un futuro. O lo que es lo mismo: abandonar el pasado y trabajar para un presente y futuro mejor.

"Por mi parte, empecé con los motores V10 y es un sonido que no olvidaré jamás, pero eso soy yo", prosigue Cyril. "Las nuevas generaciones a las que queremos atraer -no debemos pensar sólo en los fans que tenemos- nunca han escuchado un motor de un V10 o un V8, y quizá un motor V10 o un V8 no sean relevantes. Es un debate complejo e interesante, y espero que se afronte de forma constructiva".

La F1 y la evolución tecnológica van de la mano, pero si a la vez se quiere ahorrar dinero surge un pequeño dilema. Esto es lo que ocurrió a principios de la era híbrida, y desde el primer momento en que las conocidas como unidades de potencia pisaron la pista, se activó el famoso sistema de tokens para evitar que los costes se disparasen. Para Abiteboul fue un error colosal, y los costes siguieron siendo altos. Por ello, antes de decidir la nueva normativa, el francés aboga por el debate y la decisión calmada.

"Creo que una de las cosas es que no podemos ser tozudos, ni tampoco podemos hacernos los sordos a lo que se lleva diciendo desde que se introdujo la nueva normativa de motores. Con esa normativa se introdujeron cosas buenas en la F1. Con los V8 creímos que se había perdido contacto con la industria del automóvil, así que decidimos hacer algo. Quizá nos hayamos excedido. Pasamos de algo pasado de moda a algo que quizá es demasiado moderno, complejo y sofisticado, a la vez que muy caro", comentó.

"Necesitamos ir con cuidado con las soluciones que pueden parecer sencillas, como congelar el motor actual, porque si lo hacemos, congelaríamos algo extremadamente caro y los costes no se reducirían. El precio de desarrollo puede que baje, pero los costes de los equipos no serán más bajos porque las facturas de lo que vale construir un motor son extremadamente altas debido al alto nivel de sofisticación", ha expresado para concluir.