Hamilton elogia la NASCAR: "Hacen algunas cosas mejor que en la F1"

"Definitivamente, hay cosas que ellos hacen mejor que nosotros. Seguro que podemos aprender cosas de ellos. Fue un gran espectáculo, especialmente para los aficionados. Es un poco como el DTM; la afición está muy, muy cerca de los garajes y los pilotos. Fue un gran evento, espero hacer uno alguna vez", comentaba Hamilton, quien aprovechó su visita a Estados Unidos para apoyar a Jeff Gordon en su última carrera como piloto profesional. El americano, quien llegaba a Homestead con opciones de ganar el título, mantiene una estrecha relación con el piloto de Mercedes AMG desde el año 2008.

Pero más allá de su preferencia hacia Gordon, el tricampeón mundial se muestra sorprendido por el gran espectáculo que ofrece la simplificación técnica en la NASCAR. "En realidad me pareció más atractivo en la vida real de lo que me podría parecer en televisión. Es un mundo muy diferente de la Fórmula 1; los equipos son mucho más pequeños, hasta el punto de que me recordaba casi a mi época de la Fórmula 3. No es nada lujoso; la tecnología de los equipos se ha mantenido de forma mucho más simple en comparación a la Fórmula 1", explica.

Me hizo querer pilotar un coche de NASCAR algún día

La complejidad es precisamente uno de los elementos que mayor debate han desatado dentro de la Fórmula 1 a la hora de debatir su situación actual y plantear la implantación de modificaciones al reglamento que generen una reducción del gasto y equilibren la situación financiera de la parrilla a través de una menor inversión en los costosos sistemas híbridos de los motores V6 Turbo. Pese al conflicto de intereses que existe entre los diferentes agentes del deporte, la dirección para el futuro está marcada hacia una competición más barata, ruidosa y atractiva para los aficionados.

De hecho, la falta de sensaciones que transmite la F1 actual provoca que Hamilton esté tentado a probar suerte en una carrera de la NASCAR, según reconoce a la cadena NBC. "El ambiente en pista es fantástico. Había una tribuna grande que estaba absolutamente llena de aficionados. Los coches suenan increíbles y son súper rápidos. La carrera eran 267 vueltas, muy larga, pero disfruté de ella intentando entender la estrategia y las diferencias entre los coches. Me hizo querer pilotar un coche de NASCAR algún día".