El fraude de Volkswagen en EE.UU. en 10 claves

1. "La hemos cagado". Con una frase tan explícita ha reconocido Volkswagen su culpa en el proceso de falsear la homologación de sus motores diésel en Estados Unidos. Una frase que pasará a los anales puesto que es la representación de uno de los mayores escándalos de la historia del automóvil. 11 millones de motores EA 189, o lo que es lo mismo, 11 millones de motores 2.0 TDI estarían bajo sospecha en todo el mundo. De momento, Martin Winterkorn, Presidente Ejecutivo del Grupo Volkswagen ha dimitido.

2. 'Defeat devide'. Es el foco de toda esta polémica. Este es el software que falseaba los datos de emisiones en el proceso de homologación. A grandes rasgos, este software detecta cuando el vehículo está en pleno proceso de análisis y adapta el funcionamiento del motor para conseguir unas mejores cifras de emisiones. El mismo vehículo cuando circula en condiciones normales, tiene unas emisiones y consumos superiores.

3. Pequeño grupo ecologista. A pesar de la denuncia de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Estados Unidos, el escándalo no nació desde el EPA. Fue el pequeño grupo ecologista 'Clean Transportation' con Peter Mock a la cabeza la que descubrió el fraude de Volkswagen al pedir repetir los test de homologación de vehículos europeos en Estados Unidos. Su única intención era demostrar que el problema son los test adoptados en Europa. Los datos recogidos por Peter Mock y su socio John German destaparon la liebre.

4. Escándalo global. Aunque ha sido la EPA de Estados Unidos la que ha denunciado este caso, el motor 2.0 TDI common-rail es un propulsor que también es utilizado a nivel global por Volkswagen, Seat, Skoda y Audi. Eso significa que las investigaciones en países como Francia o Alemania no tardarán en sucederse, aunque la normativa Euro 6 es menos exigente y es posible que en Europa cumpla con los requisitos legales.

5. Imagen de marca. Con la imagen corporativa del Grupo Volkswagen por los suelos, el gigante alemán ha intentado mostrar una dosis de orgullo adelantándose a la investigación propuesta por el Gobierno de Alemania. Desde el Grupo Volkswagen se afirma que el software también está equipado en los motores diésel de otros vehículos, pero que en la mayoría de los motores no tiene efecto real sobre las emisiones acreditadas.

6. Golpe a la industria alemana. Volkswagen no ha sido la única perjudicada por este escándalo y aunque Daimler o BMW no han tardado en comunicar que sus modelos están fuera de bajo sospecha, la industria alemana sufre un duro golpe. Es pronto para saber las consecuencias globales para el Grupo Volkswagen, pero con este escándalo y el recelo americano frente a los vehículos europeos, es muy probable que Volkswagen pierda el mercado norteamericano para al menos dos décadas.

7. Ahorro económico. El falseo de las cifras de emisiones atiende en principio a intereses económicos para el Grupo Volkswagen. La reducción de cada gramo de dióxido de carbono supone para la industria automotriz una inversión de 100 millones de euros. En términos más prácticos, adaptar un vehículo diésel a la normativa Euro 6 tiene un precio aproximado de 550 euros. Con 11 millones de coches en duda, las cuentas son muy favorables para el Grupo VAG... ¡O tal vez no!

8. Multa cuantiosa. A falta de un veredicto oficial, el falseo de las emisiones del Grupo Volkswagen podría repercutir en una multa de 16.000 millones de euros en Estados Unidos, a lo que habría que sumar las posibles sanciones en otros países. Además de las sanciones, hay que tener en cuenta el proceso de revisión de los vehículos para los que Volkswagen ha reservado un fondo de 6.500 millones de euros.

9. Caída en bolsa. El Grupo Volkswagen parece un saco sin fondo en estos momentos. Además de multas, partidas y fondos de compensación, la caída en bolsa del Grupo VAG está siendo notable. En apenas dos días acumula una caída del 34% en el DAX alemán y eso se traduce en pérdidas cercanas a los 25.000 millones de euros, casi el doble de las ganancias netas de un ejercicio. En su caída, el Grupo VAG está arrastrando a otros fabricantes en un fenómeno que se extiende por todo el sector.

10. Daños colaterales. El Grupo Volkswagen anunció una importante partida presupuestaria para SEAT, siempre y cuando se mantuviera una situación estable en el mercado del automóvil. El 'diésel-gate' pone en peligro esta inversión en la marca de Martorell, que podría ser una de las afectadas indirectas por este problema de su marca matriz.