Cristina Gutiérrez sorprende a Dacia cuando puede apretar: "Me dicen que llevo buen ritmo"

No olvidemos que se trata de la primera edición en la máxima categoría para Cristina. Si bien llega con la victoria en Challenger del año pasado bajo el brazo, el proceso de adaptación es necesario. Dacia le pidió hacer de mochilera en esta edición y lo ha tenido que hacer desde el segundo día. Un poco pronto, pero estaba justificado, ya que Sébastien Loeb tuvo problemas en la etapa de 48 Horas.

A partir de ahí, todos los días ha habido problemas: una avería para Cristina y Pablo en la segunda parte de la etapa de 48 Horas; accidente de Loeb en la tercera etapa; problemas para Nasser Al-Attiyah en la cuarta etapa y, para terminar la primera semana, tuvieron que pararse en el inicio de la quinta especial para ir a rueda de Nasser.

La única vez que Cristina y Pablo no tuvieron que ayudar a sus compañeros fue en la primera etapa… y, aunque también tuvieron algún que otro pequeño problema, rozaron la victoria de la etapa. La velocidad está ahí, y es algo que desde el equipo también pueden ver en los parciales de cada etapa cuando no tienen que detenerse.

"Ellos lo están viendo. Siempre que llego, me dicen que llevo buen ritmo cuando no paramos. Todos los días hemos tenido que parar y, aun parando, estamos normalmente entre los 15 primeros. Ha sido todo muy interrumpido, pero ellos ven los parciales y ven que estamos en ritmo, estamos en buenos tiempos. Ayer, sin la parada hubiésemos sido sextos, que está bien. Iríamos muy bien en la general y lo estamos viendo", ha comentado Cristina Gutiérrez en exclusiva para SoyMotor.com desde el vivac de Ha’il.

En ese sentido, cabe destacar que Cristina ni siquiera puede apretar todo lo que le gustaría, ya que debe mantenerse en carrera y sin dañar el coche para poder asistir a Nasser. "Quieres correr, pero estás pensando que tienes que llegar con ruedas y con las piezas. ¿De qué sirve correr y asumir riesgos si luego el trabajo no lo puedes hacer? Entonces, tenemos ese debate todo el rato", señala.

No hay que olvidar que llevan el coche cargado de repuestos, aunque, según apunta Pablo Moreno, aportan entre 10 y 20 kilos extra, de modo que no supone un lastre demasiado grande.

"Llevamos bastantes piezas, las que podemos cambiar rápido para garantizar la supervivencia de los dos coches. Habrá una diferencia quizá de entre 10 y 20 kilos. No se nota mucho, pero Cristina está haciendo un trabajo enorme y está manteniendo el coche lo más entero posible. Siempre hay que guardar un pequeño margen para no romper o dañar el coche y así poder asistir al compañero", ha añadido Pablo.

Al hablar de la durísima primera semana de este Dakar, ambos coinciden –prácticamente al unísono– en que ha sido "intensa". Y, en cuanto al tema polémico de las exclusiones por daños en la jaula antivuelco, Pablo cree que los equipos trabajarán para acabar encontrando una solución a este problema.

"Es muy difícil, porque la seguridad recae sobre la FIA. ¿Quién demuestra que ese arco sigue teniendo la misma consistencia estructural en el caso de que ocurra un segundo accidente? Es muy difícil tomar la decisión y la FIA es bastante estricta en todo lo relacionado con la seguridad. Los equipos trabajarán para poder hacer demostrar el día de mañana o incluso crear un propio crash-test del arco una vez chocado para garantizar la seguridad de la tripulación, pero es un punto bastante delicado para ellos", ha expresado Pablo para concluir.