¿Y si los coches voladores están más cerca de lo que pensamos? El Alef Model A será real el año que viene... con una solución que nadie esperaba

Me muestro escéptico en primer lugar por razones de seguridad: ¿se imaginan una ciudad sobrevolada a baja altura por estos ingenios?. Si a los conductores les cuesta mantener el control 'en dos dimensiones', es decir con las ruedas en el suelo, ¿se imaginan si deben vigilar tres dimensiones?... todo visual, sin caminos marcados... Porque la esencia del automóvil virtual es seguir la línea más corta entre dos puntos. Me pregunto si además del carnet de conducir necesitarían el carnet de piloto.

Bueno, pueden decir que con 'conducción aérea autónoma' se puede resolver este problema… pero ya vemos los problemas que tienen los automóviles autónomos –bueno, semiautónomos, porque el automatismo total todavía no está disponible– que acaban involucrados en graves accidentes… aunque en muchos casos suceden porque los conductores confían que hagan más de lo que son capaces de hacer.

Y en segundo lugar porque lo que he visto hasta ahora es poco práctico. Hay que montarles unas alas en la mayor parte de casos, ya sea tipo avión o brazos como los drones. Pero todo ello no quita que el Alef Model A parezca, a priori, interesante. Al menos porque ha resuelto el segundo de los problemas, aunque el tamaño parece enorme. No tiene alas, no tiene una gran hélice tipo helicóptero o los brazos tipo dron.

Se pudo ver en el Mobile de Barcelona, pero entonces no pudimos adivinar los trucos empleados para poder volar. Cuenta con una carrocería 'porosa', como si fuera una rejilla, y un chasis que configura dos alas. Dichas alas ofrecen sustentación, la carrocería se coloca de lado… pero la cabina es capaz de 'girar' 90 grados para mantener a los ocupantes en su posición natural. Así que es como un automóvil con alas, pero casi actúa como helicóptero… así que es un poco 'autogiro', aquel invento español de Juan de la Cierva.

Debe funcionar, porque ha conseguido el certificado necesario de la Agencia Aeronáutica estadounidense… pese a que cuando se presentó la idea hubo escepticismo y muchos pensaron que nunca surcaría los cielos ni pisaría el asfalto.

ASÍ FUNCIONA EL ALEF MODEL A

El impulso aéreo se logra mediante ocho hélices internas, cada una con su motor eléctrico. No hay datos de cómo logra la propulsión en carretera, aunque obviamente también será eléctrica. La autonomía es de algo más de 300 kilómetros en el asfalto y poco más de la mitad en el aire, donde se necesita más potencia.

"La mayoría de los viajeros suelen recorrer menos de 50 kilómetros de media al día. Lo diseñamos para que fuera el transporte más rápido y cómodo jamás creado, tanto para entornos rurales como urbanos", explicó en su momento Jim Dukhovny, director ejecutivo de Alef.

El prototipo llama la atención por su longitud, sobre todo teniendo en cuenta que la cabina es reducida, para dos personas. Aún hay muchos detalles por descubrir, claro, pero Alef Aeronautics espera poder comenzar la fabricación del modelo definitivo a finales del próximo año, y la empresa californiana informa que ya tiene más de 3.200 peticiones o clientes potenciales. El precio no parece desmesurado: unos 300.000 dólares… y desde luego habría muchos empresarios –y famosos– dispuestos a pagar por saltarse cualquier embotellamiento.