El gigante chino de las baterías CATL tiene el plan perfecto para sortear a Donald Trump y los aranceles estadounidenses

CATL tiene en la actualidad 13 plantas de ensamblaje de baterías repartidas por todo el mundo. La gran mayoría, 11 de 13, se encuentran en su China natal. Las otras dos están en Europa: hay una en Erfurt, Alemania, y otra en Debrecen, Hungría. Su liderazgo es tal que terminó el año 2023 con una cuota de mercado del 36,8% que le permitía doblar a su más inmediato perseguidor, BYD, que se tuvo que contentar con un 15,8%. LG completa el podio con un 13,6% y el resto de empresas se sitúan por debajo del umbral del 7%.

A día de hoy, Estados Unidos aplica una estricta política de aranceles a los coches eléctricos chinos. Donald Trump impulsó una tasa del 25% durante su primera presidencia y su sucesor en el cargo, el presidente saliente Joe Biden, la incrementó posteriormente al 100%. Los aranceles no sólo afectan al producto final, sino que también se aplican sobre los componentes específicos como la batería, que ha pasado de un 7,5% a un 25%. Y esto tiene una repercusión directa en la adopción del coche completamente eléctrico en el país.

En CATL saben que la única forma de conquistar el mercado estadounidense es establecerse directamente en el país con una fábrica propia. De este modo, al emplear a trabajadores estadounidenses, harán un producto 'made in America' y esquivarán todo tipo de aranceles de importación. Siempre habrá quien tenga la suspicacia de que un gigante chino se establezca en suelo norteamericano, pero cumplirían con los requisitos para ser tratados como una empresa más.

En declaraciones a la agencia Reuters, el presidente de CATL ha confirmado que su empresa se instalará en Estados Unidos si la nueva Administración les abre las puertas. "La primera vez que quisimos invertir en Estados Unidos, el Gobierno nos dijo que no. Yo tengo la mente muy abierta", ha dicho Robin Zeng, que también es el fundador de la compañía. "Espero que estén abiertos a inversiones en el futuro".

Y Zeng tiene motivos para pensar que esta vez les dirán que sí, porque Donald Trump ya se ha pronunciado sobre una situación como ésta. Lo hizo en agosto de este mismo año en una entrevista a la misma agencia Reuters, donde insistió que los aranceles sólo tendrían en cuenta la ubicación de las fábricas. "Daremos incentivos y si China y otros países quieren venir aquí y vender sus coches, construirán sus fábricas aquí y contratarán a nuestros trabajadores".

Aunque CATL aún no tiene ninguna planta en Estados Unidos, lo cierto es que su tecnología sí que está presente en el país. Tesla empezará a fabricar unas baterías a partir del año 2025 que cuentan con licencia de CATL y Ford tiene un acuerdo parecido para ensamblar las baterías del Mustang Mach-E y el F-150 Lightning eléctrico. En ambos casos la producción ocurre en Estados Unidos, pero la tecnología original es china.