Un volante de Leclerc, 14 segundos más rápido que su F2... los entresijos del debut de Bearman en F1

El debut de Bearman en Fórmula 1 llegó de la forma más inesperada posible, después de que Carlos Sainz tuviera que ser intervenido de urgencia por apendicitis. El británico, piloto reserva de la Scuderia desde este mismo año, fue el encargado de subirse al SF-24 horas antes de la clasificación. Mientras pensaba en su carrera de Fórmula 2, donde había logrado la Pole el día anterior, llegó una llamada de Vasseur.

"No lo recuerdo bien, porque ese fin de semana estaba movido. Era el día de la clasificación, yo tenía la carrera sprint de Fórmula 2, que salía décimo. Era viernes, estaba comiendo, sentado con Chris y el resto de mi equipo. Vi una llamada de Vasseur en el teléfono de Chris y sabía que no iba a ser nada bueno, porque no te llama para desearte suerte", ha explicado Bearman en el podcast High Performance.

"Pensé cuando llamó que Carlos no se sentía genial y sentí algo de emoción. El telefóno de Chris no iba bien, así que llamé a Frédéric yo después y me comentó las noticias. Creo que me entró algo de miedo. No recuerdo muy bien lo que pasó, esas 48 horas fueron una locura, marcadas por el hecho de que iba a pilotar para Ferrari. Se podía notar el miedo en mi voz, llegamos al coche y estaba muy nervioso", ha insistido.

Debutar en la Fórmula 1 actual como reemplazo de última hora, con dos sesiones de Libres menos y sin experiencia previa, nunca es tarea fácil. Bearman era consciente de que tenía una gran oportunidad ante sí, pero sabedor de lo que le podía acarrear tener un accidente. Además, siendo un piloto británico y de Ferrari, sabía que iba a tener una gran atención mediática y claro ejemplo fue su test de salida de la FIA.

"Frédéric me dijo que controlara mis expectativas, que no se esperaba cosas fantásticas, algo similar a lo que me comentaron todos, que fuera paso a paso y no me hiciera el héroe. El coche en el muro no habría quedado bien. Al final, todo fue bien y aunque sabía que nadie esperaba nada, sabía que todo el mundo estaba viendo y que podían ser 48 importantes en mi carrera", ha explicado.

"Mi asiento llegaba a cada carrera desde que era reserva y me encajaba bien. Los pedales tuvieron que moverse porque no soy del mismo tamaño que Carlos. Pedí cambiar el volante, porque solía usar el de Charles en el simulador y algunas veces llegaba a cambiar el equilibrio de frenada en vez de activar el DRS, porque esos botones están cambiados en su volante. Eso es todo, tuve también que hacer el test de salida de la FIA con 50 cámaras delante", añade.

Como piloto reserva, el asiento de Bearman siempre viajaba a las carreras, en caso de que pudiera pasar algo con los pilotos oficiales. El británico pidió utilizar el volante de Charles Leclerc, ya que estaba más acostumbrado a él tras probarlo en el simulador. Una vez dentro del coche, conoció la fantasía que era pilotar un Fórmula 1 y en su primera vuelta rápida, fue hasta 14 segundos más rápido que en su Pole del día anterior de Fórmula 2.

"En esos Libres, tuve que prepararlo todo para la clasificación en una hora. Para ponerlo en perspectiva, mi primera vuelta apretando fue 14 segundos más rápida que mi Pole de Fórmula 2 el día anterior. Todo va más rápido, es muy especial y sabía que sería una carrera dura, Yeda es uno de los circuitos más físicos, iba a sufrir con el cuello, las piernas que se estaban moviendo y eso que no veo la Fórmula 2 tan exigente", ha indicado.

"En cada curva vas 20 o 30 kilómetros/hora más rápido y tras unas vueltas, me di cuenta que no iba a ser fácil encontrar la confianza para ir al límite. En Fórmula 2 si tienes un problema en una curva, cambias la forma de afrontarla, mientras que en Fórmula 1 puedes cambiar la puesta a punto. Era algo que no sabía maximizar, muchas cosas a las que acostumbrarme. Estoy orgulloso de lo que logré", ha reconocido Bearman para cerrar.