Ocon y Gasly se enfrentan de nuevo a un Alpine perdido

El Hungaroring le trae buenos recuerdos a Ocon, claro, pero sabe que no volverá a ocurrir un golpe de efecto similar. "Me gusta pilotar aquí, pero ha sido un viernes difícil. El coche no funciona como deseamos. En las dos sesiones hemos probado muchas cosas para intentar que funcione, pero no han dado resultados. Tenemos dificultades de equilibrio tanto en series cortas como largas; el coche parece ir mejor cargado de combustible… pero debemos mejorar en todos los aspectos si queremos ser competitivos este fin de semana. Hay que analizarlo todo", decía Ocon al finalizar la jornada.

Alpine parece perdida, sin rumbo y falta de ideas. Pierre Gasly compartía la misma opinión que Ocon. "Aquí nos enfrentamos a temperaturas elevadas y por el momento no tenemos buenas sensaciones. Hay muchas cosas que debemos cambiar para mejorar el equilibrio y los reglajes", explicaba.

Ocon espera que esta noche, la del viernes al sábado, en la fábrica, el trabajo duro que les esperaba a los ingenieros trabajando en el simulador pueda encontrar alguna solución. Más que nada, para no acabar como los farolillos rojos y acercarse a posiciones de puntos, aunque entrar en ellos parece una quimera.

Una cosa parece flotar en el ambiente: en Alpine, la prioridad ya no es esta temporada y quizás tampoco la siguiente, porque antes deben poner en orden todo el equipo, y eso lleva su tiempo. Es cierto que, desde hace algún tiempo, Alpine ha dado algunos pasos para reforzar el personal, pero desde que Renault se convirtió en Alpine, ha vivido inmersa en aguas revueltas y, en estas circunstancias, no es fácil que las cosas avancen.