¿Un BMW con una parrilla elegante que recuerda a las del pasado? Sí, se llama Skytop

Elegante, refinado, ha sido realizado para el Concurso de Elegancia Villa d'Este, el más importante de los que se celebran en Europa.

Lo que ha llamado la atención es una pureza de líneas que contrasta con lo 'musculoso', masivo e incluso 'agresivo' o intimidante, poderoso, de las últimas realizaciones de la marca, cuya imagen es sencillamente imponente. Un camino iniciado con Chris Bangle.

Pero el Skytop parece un regreso a generaciones anteriores. Puede recordarnos al Z4, pero sobre todo casa mejor con el Z8. Algunos verán incluso reminiscencias del famoso 503. De hecho, BMW los cita, al menos a estos dos úlimos, como una de las fuentes de inspiración. Se nota en el frontal, en la forma de la parrilla.

¿Se trata de un ejercicio one-off de apelación a la nostalgia? En realidad cabe preguntarse si será éste el giro estilístico de la próxima generación de BMW y más concretamente del futuro Serie 8. O si por el contrario y como se rumorea, se acabará fabricando en forma de serie limitada. En todo caso parece invitar a la serenidad de la conducción, a la fluidez del viaje.

Para los nostálgicos, el retorno al estilo 'de siempre' es importante. Pero mucho más el hecho de que es 'petrolhead'. La mecánica es la del BMW M8 Competition, un V8 de 4.4 litros con nada menos que 625 caballos. Eso por sí solo ya despierta la atención de los entusiastas de la marca.

Cuando se anunció una novedad para el concurso muchos pensaron que podría tratarse de un eléctrico, toda vez que la plataforma Neue Klasse está a punto de ser revelada y será eléctrica.

El frontal adopta el estilo 'sharknose', típico de los '80 y '90. La característica parrilla lleva los 'riñones' horizontales, mucho más proporcionados, elegantes y perfectamente integrados.

Mucha importancia se da a la iluminación. Parece muy trabajada, no ya por ser de última tecnología led con perfil extremadamente delgado, sino que además está agrupada en una única unidad que la un perfil de 'ojos achinados'.

Las líneas laterales son fluidas, simples, sin ángulos ni recovecos; a la vez dinámicas y elegantes, como labradas por el viento. Y a la vez, los pasos de rueda traseros resultan musculosos, sin por ello dejar de mantener la fluidez general. Tanto el capó delantero como el trasero tienen una nervadura central, tan visible como integrada.

Todo ello rematado con una pintura tipo degradado, totalmente artesanal, que le confiere elegancia adicional. Vamos pasando del marrón rojizo a un plateado y con efecto sombra.

La luneta trasera se puede retraer. El techo de cuero está definido en dos partes, sin mecanismos que automaticen su extracción. Se ahorra peso. Y el arco de seguridad tras los dos asientos se entronca con los pilares B. Para mayor elegancia es de cuero.

Sin duda es un coche de buen tamaño, pero la fluidez de sus líneas transmiten sensación de ligereza y agilidad, de ser más compacto de lo que es en realidad; quizás la 'línea de techo' baja ayuda a esta sensación.