La enorme diferencia de neumáticos tampoco permite adelantar en Mónaco

Aviso para los ‘haters’ de Mónaco: éste no es un artículo para ‘despotricar’ de este Gran Premio. Es más, ya dije ayer que el sábado en las calles del Principado es el día más bonito del año y vale más que mil adelantamientos en otros circuitos insulsos. Pero hoy, por supuesto, el ‘trenecito’ era de esperar.

Lo que quizás no esperaba nadie era que hubiese un accidente con tres coches implicados en la primera vuelta y, tras la pertinente bandera roja, casi todos los pilotos saliesen con neumáticos diferentes para tratar de llegar hasta el final de la carrera.

Y, efectivamente, ha sido una carrera en la que los neumáticos han aguantado desde la segunda vuelta hasta el final. Ésa ha sido la estrategia de Charles Leclerc para llevarse la victoria, pero también para los tres pilotos que le perseguían.

Un poco más atrás sí ha habido ‘salseo’. Lewis Hamilton tenía parada ‘gratuita’ gracias a la diferencia con Yuki Tsunoda y lo ha hecho en la 53, obligando a Max Verstappen a parar en la 54. En Mercedes parecían estar ‘dormidos’ en el caso de George Russell, pero lo cierto es que en Mónaco siempre prevalece mantener la posición en pista y no meterse en ‘líos’.

El piloto británico ha preferido mantenerse en pista, pero en la vuelta 62 ya tenía a Max en su alerón trasero y con gomas frescas. Un dato importante: había 51 vueltas de diferencia entre los medios de George y los duros de Max. Es decir, serían 16 vueltas complicadas para George hasta el final.

Pero ni siquiera eso ha dado una opción a Verstappen para adelantar en pista. Si bien ha llegado a situarse rápidamente a la estela del piloto de Mercedes, siendo alrededor de dos segundos por vuelta más rápido, en ningún caso ha tenido oportunidades reales de adelantamiento.

Quien sí ha podido adelantar ha sido Lance Stroll. Eso sí, el canadiense ha tenido que montar neumáticos blandos tras tocar el muro a la entrada de la Nouvelle Chicane y sufrir un pinchazo.

En esa tesitura, peleando con blandos nuevos contra pilotos que iban con duros muy gastados, ha podido adelantar a Guanyu Zhou o Logan Sargeant para acabar a la postre en la decimocuarta plaza.

No nos pongamos ‘tremendistas’ ahora. El hecho de no poder adelantar no es nuevo en Mónaco. Sin ir más lejos, Daniel Ricciardo ganó en 2018 sin tener todo el empuje eléctrico de su unidad de potencia y Lewis Hamilton también subió a lo más alto del podio en 2019 con los neumáticos en las lonas. Así es este circuito… y, aunque sus detractores harán mucho ruido hoy, esto también forma parte de la magia de Mónaco. Insustituible.