El día más bonito del año

Seguro que mañana llegarán los ‘haters’ y harán mucho ruido. La retahíla de comentarios sobre el ‘trenecito’ de Mónaco suele hacerse fuerte en redes sociales, especialmente por los fans de ‘Drive to Survive’ y los que disfrutan de espectáculos edulcorados. Pero lo cierto es que hoy tendrán que esconderse en la ‘cueva’ y no hablar muy alto.

¡Qué espectáculo de circuito! No es casualidad que por las calles de Mónaco se hayan celebrado Grandes Premios desde 1929. Prácticamente cada curva tiene sus historias y en cada edición se generan más. Es único, no hay otro como éste.

Ya desde los entrenamientos libres hubo bonitas ‘lijadas’ a los muros. Charles Leclerc era quien llevaba la voz cantante en todo momento, pero lo que seguramente no esperábamos era ver a casi todos los pilotos arrimándose a las barreras con precisión milimétrica desde el primer momento.

Lo diré claro: la clasificación de hoy vale por mil Grandes Premios repletos de adelantamientos en circuitos insulsos

Hemos tenido una Q1 en la que los cinco primeros estaban separados por 92 milésimas y la diferencia entre el primero y el decimoquinto era inferior a cuatro décimas.

La Q2 tampoco se ha quedado atrás, pues los cuatro primeros estaban en cuestión de 93 milésimas y el ‘top 10’ estaba comprendido en un margen que no llegaba al medio segundo.

Pero lo mejor ha llegado en la Q3. Con los ‘besitos’ al muro siempre como protagonistas, ha habido un piloto que ha sabido encontrar la última décima y se ha llevado una merecidísima Pole en casa. Charles Leclerc no tenía rival hoy.

Si nos fijamos en los márgenes, la actuación de Leclerc cobra una gran importancia. En la Q1 y la Q2, muchos pilotos estaban en menos de una décima, pero Leclerc le ha sacado más de una décima y media al segundo clasificado en la Q3.

Está claro que el monegasco tiene esa ‘magia’ a una vuelta… y en Mónaco, aún más. Pero lo más bonito es ver cómo se ‘pelean’ todos los pilotos con sus monoplazas para intentar ganar tiempo sin acabar contra el muro. Alexander Albon, Pierre Gasly… ha habido muy buenas actuaciones de pilotos que no suelen estar muy arriba este año.

También sabemos que Mónaco no perdona. Por ejemplo, Max Verstappen ha ido a por todas en su último intento de la Q3 y ha tocado el muro a la salida de Santa Devota. Y, más atrás, Fernando Alonso y Sergio Pérez se han quedado en la Q1.

Por todo esto, Mónaco es incomparable a cualquier otro circuito. Me quedo con una frase que dijo Alonso el jueves: "Es el fin de semana más especial del año. Quizás el domingo es una carrera aburrida, pero hasta el domingo, quizás sea el mejor fin de semana de todo el año, con la adrenalina y la emoción de la clasificación", dijo. No puedo estar más de acuerdo con el asturiano.