BYD Seal U híbrido enchufable: Por qué va a ser un dolor de cabeza para rivales como el Mazda CX-60 o el Volkswagen Tiguan

BYD llegó a España como una marca dedicada a los coches eléctricos... hasta ahora. Su primer híbrido enchufable es una realidad. Se llama oficialmente BYD Seal U DM-i y tiene detalles muy interesantes, el que más la presencia de una versión con 125 kilómetros de autonomía sin emisiones que le permite acceder a la máxima subvención del Plan Moves como si de un eléctrico se tratase –7.000 euros con achatarramiento para PHEV con más de 90 kilómetros de rango sin emisiones–.

El BYD Seal U híbrido enchufable se puede elegir con dos niveles de potencia, 218 y 324 caballos. La primera opción consta de un motor de gasolina atmosférico de 98 caballos más uno eléctrico de 197, mientras que la segunda equipa un propulsor también de gasolina, en esta ocasión turbo, de 131 caballos más dos eléctricos de 204 y 163 caballos. El primero actúa sobre el eje delantero y el segundo sobre el trasero.

Ambas versiones cuentan con una batería de 18,3 kilovatios hora que asegura una autonomía de 80 kilómetros para el menos potente y de 70 para el más capaz. La variante de menor potencia también puede contar también con una batería de 26,6 kilovatios hora, que es la que permite la mencionada autonomía eléctrica de 125 kilómetros y asegura el máximo beneficio económico del gobierno.

Este SUV de 4,78 metros de longitud y cinco plazas se vende a partir de 34.990 euros, si bien la variante de más autonomía requiere un pago mínimo de 40.500. La versión más potente empieza desde 41.990 euros. Estas cifras hacen que el BYD Seal U híbrido enchufable sea una de las opciones más interesantes de un mercado en el que las alternativas no son exactamente iguales por un motivo o por otro. Por ejemplo, modelos como el Kia Sorento o el Hyundai Santa Fe son próximos en tamaño y tienen un motor híbrido enchufable, pero ofrecen siete plazas en su interior. Más semejantes son, cada uno por sus motivos y ya con cinco plazas en su interior, el Mazda CX-60 o el Volkswagen Tiguan. Y no hay que olvidarse del compatriota del BYD, el MG HS.

EL MAZDA CX-60 ES MÁS PREMIUM, PERO...

El Mazda CX-60 tiene una versión híbrida enchufable que desarrolla una potencia de 328 caballos y homologa una autonomía eléctrica de hasta 63 kilómetros. Si se hace la comparación con la versión más capaz del BYD, tanto la potencia como el alcance sin emisiones son muy similares –318 caballos y 70 kilómetros–, eso sí, por un precio más económico en el caso de la opción china. El CX-60 empieza a venderse a partir de 52.200 euros. A favor del Mazda, eso sí, juegan un interior más refinado y, especialmente, un maletero con 570 litros de capacidad por los 425 del Seal U.

En todo caso la versión de 218 caballos que ofrece el BYD Seal U PHEV es más que suficiente para afrontar cualquier reto que ofrezca el día a día en la carretera, especialmente si se tiene en cuenta que hablamos de vehículos en los que el rendimiento no es el principal motivo de compra. La merma del maletero se mantiene, es cierto, pero la opción de tener una autonomía eléctrica de 125 kilómetros con el beneficio económico que eso puede suponer durante la vida del vehículo es un argumento de gran peso a favor del BYD. Si se tiene en cuenta esta versión, el ahorro en la compra, Moves aparte, es de casi 12.000 euros.

VOLKSWAGEN TIGUAN: MÁS PEQUEÑO, MISMA AUTONOMÍA ELÉCTRICA Y ¡MÁS MALETERO!

El Volkswagen Tiguan es un SUV claramente más pequeño que el BYD Seal U DM-i. Mide 4,54 metros por los 4,78 de su rival. Eso hace del interior del SUV chino necesariamente más espacioso, aunque lo curioso es que el maletero del Tiguan es más grande. Homologa 490 litros –652 en las versiones de combustión y microhíbridas– por los mencionados 425 del Seal U.

Otra de las ventajas que ofrece el Tiguan respecto al Seal U híbrido enchufable es que su variante más potente, de 272 caballos, tiene una autonomía eléctrica de 118 kilómetros –38 más que la versión más capaz del SUV chino–. Esta cifra se eleva hasta los mismos 125 kilómetros que ofrece el BYD con batería grande si se tiene en cuenta la versión básica del Tiguan enchufable, que tiene 204 caballos.

Donde se vuelve más interesante el BYD Seal U PHEV es, lógicamente, en el precio. Si se tienen en cuenta los 40.500 euros que cuesta la versión de mayor autonomía del modelo chino, vemos que hay un ahorro mínimo de casi 8.500 euros respecto al Tiguan de 204 caballos. La comparación entre las versiones más potentes de ambos coches es aún más diferencial, ya que el BYD de 324 caballos empieza a venderse en 41.990 euros y el Tiguan de 272 caballos comienza desde unos 58.700.

CON EL MG HS HAY UN EMPATE A PESAR DE LAS DIFERENCIAS ENTRE LOS MODELOS

El MG HS es un SUV más parejo en cuanto a tamaño con el BYD Seal U que el Volkswagen Tiguan. Mide 4,61 metros, lo que no impide que, de nuevo, el maletero sea más grande que el de su rival. Eso sí, hay menos diferencia que la existente con el Tiguan. El HS tiene un hueco de carga de 448 litros.

En este caso, además, tan sólo existe una opción a elegir en cuanto a motor y batería. El HS híbrido enchufable tiene una potencia de 258 caballos y permite una autonomía eléctrica de 52 kilómetros, cifra que se queda muy lejos de los 125 kilómetros que llega a ofrecer el BYD Seal U. No obstante, el precio inicial del MG es de 32.440 euros, claramente inferior a los 40.500 euros por los que se vende el BYD de mayor autonomía eléctrica y ligeramente inferior a los 34.990 euros desde los que empieza con 80 kilómetros sin emisiones. Recordemos, eso sí, que el BYD tiene algo menos de potencia –218 caballos– salvo en un caso –324 caballos– cuyo coste inicial se eleva hasta casi 42.000 euros. Apuntamos de nuevo que esta variante más capaz del Seal U híbrido enchufable tiene 70 kilómetros de autonomía eléctrica, de nuevo mayor que la del MG pero ya no tan diferencial.