La igualdad que buscaba el reglamento de 2022 no ha llegado

• Así va el Mundial tras el GP de Estados Unidos

Está claro que el Mundial tiene puntos de interés, pero estas luchas constatan que uno de los objetivos de las nuevas reglas –más competitividad, 'cerrar' la parrilla, más igualdad– no se ha cumplido. Y quizás era el más importante.

Si en otras temporadas se hablaba de Primera y Segunda división, amén de descolgado farolillo rojo, este año hay que hablar de al menos tres o cuatro divisiones: la Primera, de Honor, con Red Bull, Ferrari y Mercedes; Segunda, con McLaren y Alpine, a los que podríamos añadir Alfa Romeo y Aston Martin, aunque luchando por la permanencia; AlphaTauri y Haas, en Tercera; y Williams, está claro, recuperando el farolillo rojo que ha sido suyo en casi todos estos últimos años, a excepción de 2021.

Como muestra: Red Bull ha sumado casi un 43% de puntos más que Ferrari y un 55% más que Mercedes. Pero cuadriplica con creces (cuatro veces y media sería más cierto) los puntos sumados por Alpine o McLaren y multiplica por 13 los puntos sumados por Alfa Romeo y Aston Martin.

Y es que, en el fondo, el 'techo presupuestario' no ha cumplido su misión por una razón clara: los medios técnicos de muchos equipos necesitan una fuerte inversión para renovarse, algo que los pequeños no pueden hacer, no por el techo sino por falta de fondos. El pasado año, los tres primeros equipos sumaban 1.319,5 puntos (en Spa se dieron la mitad de puntos), pero este año totalizan 1541. La brecha se ha abierto.