Sauber le regalará a Van der Garde el mono de Ericsson que vistió en Australia 2015

Van der Garde, a sus 29 años y tras una temporada como reserva de Sauber, consiguió en primera instancia una oportunidad de volver a la parrilla con los de Hinwil. Sin embargo, el equipo se acabaría decantando por Felipe Nasr y el mismo Ericsson, ignorando por completo su compromiso con Giedo, quien no se iba a quedar quieto y así lo dejó claro en el primer GP de 2015.

El viernes del GP de Australia, antes de los entrenamientos libres, entró al garaje con el mono de Ericsson puesto para así enviar un mensaje de que iba a luchar por sus derechos. Van der Garde se acabó echando atrás con el fin de tratar el asunto en profundidad al volver a Europa y días después, romperían el contrato. Ocho años más tarde, Giedo revela que regresará a Hinwil y recibirá un regalo muy especial.

"Quedamos en visitar la fábrica, me harán una visita guiada por allí y comeremos juntos. Ese mono de Australia 2015, aunque todos los cascos y monos no me dicen mucho, hay una historia única detrás de ese. Me está esperando y lo cogeré cuando vaya a Hinwil", ha comentado Van der Garde en una entrevista con Racing News 365.

Van der Garde señala a Monisha Kaltenborn como la principal culpable de todo el escándalo de los tres pilotos en Sauber en la primera carrera de aquel año. El de Países Bajos llegó a descartarse finalmente del GP de Australia por miedo a un posible sabotaje y tras romper su contrato con el equipo, necesitó nueve meses para pasar página y retomar su carrera.

"La gran culpable fue la jefe de equipo, Monisha Kaltenborn, pero todos los chicos que siguen ahí siguen siendo buenos amigos míos. La relación estaba muy agitada en ese momento y no es agradable pensar en que cuando vayas a 340 kilómetros/hora puede que algo no funcione bien", ha indicado.

"De repente, me encontré sentado en casa y pasé un año fuera del mapa. Vi la parte más oscura de ese mundo y necesité tres cuartos de temporada para salir de ahí. Todo se trataba de salir corriendo de mis propios problemas, tuve que acudir a un psicólogo, aunque trabajar en la empresa de mi suegro me ayudó también", ha expresado Van der Garde para cerrar.