Las Zonas de Bajas Emisiones de España dejarán fuera del centro de las ciudades a estos coches

Aunque las Zonas de Bajas Emisiones entraron en vigor el pasado 1 de enero de 2023, sólo 14 municipios españoles están aplicándolas. Hablamos de Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Córdoba, A Coruña, Pontevedra, Pamplona, Badalona, Sant Cugat del Vallés, Hospitalet de Llobregat, Cornellá de Llobregat, La Línea de la Concepción y Rivas- Vaciamadrid

Los 137 ayuntamientos restantes que están obligados a ponerlas en funcionamiento todavía están en ello y se espera que en 2024 estén en marcha. Aunque hay sitios que se niegan a activarla, como es el caso de Badalona, donde su alcalde aseguró que mínimo esperaría otros tres años más para hacerlo.

Recordemos que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética dicta que los municipios con más de 50.000 habitantes tienen obligación de delimitar las Zonas de Bajas Emisiones. Aunque también se pueden establecer en aquellos con menor población empadronada pero que registren unos niveles altos de contaminación.

Mientras que los coches sin etiqueta de la DGT se han quedado fuera del centro de las zonas ya activadas en distintos municipios, afectando a más 10 millones de coches, los vehículos con etiqueta B y C tienen algunas restricciones de entrada y aparcamiento.

Hay que tener en cuenta que casi un 30% del parque automovilístico español tiene prácticamente 14 años de antigüedad, lo que los deja fuera de circulación en estos espacios 'limpios'.

La regulación puede variar entre los distintos ayuntamientos pero, por ejemplo, en Madrid lo que ocurre es que los automóviles con etiqueta B y C, tanto residentes como no residentes, pueden entrar, por normal general, en la ZBE, siempre y cuando estacionen en un parking público o privado que esté asociado al sistema de gestión de permisos de la Zona de Bajas Emisiones correspondiente.

Recordemos que el distintivo medioambiental B corresponde a los vehículos de gasolina matriculados desde 2001 y Diesel desde 2006, mientras que la etiqueta C es para los gasolina vendidos desde 2006 y Diesel desde septiembre de 2015.

La representación de la flota española de los automóviles con etiqueta B es del 31,2%, mientras que los que portan la etiqueta C suponen un 34,5%. Efectivamente, poco más del 4% dispone de etiqueta Eco y ni el 1% tiene el distintivo Cero.

No respetar la normativa implica sanciones de 200 euros.

Para 2025, el objetivo es dejar fuera de las ZBE a los vehículos con el distintivo B y poco a poco irán echando al resto de coches con motores de combustión tradicionales.