Así es el automóvil de carreras que ahora puede matricularse gracias a ABT

La desaparición del Audi R8 del mercado, tal y como lo conocemos, está muy cerca. Pero hay quienes no lo quieren dejar morir tan fácilmente, como es el caso de ABT.

Si bien la despedida en cuanto a producción del R8 llegó con la versión GT RWD, limitada a 333 unidades con carrocería coupé, el preparador alemán ABT se ha quedado con 99 chasis extra.

¿Para qué? Pues para crear el ABT XGT, que básicamente es un Audi R8 LMS GT2 adaptado para que se pueda matricular y, por tanto, utilizar en la vía pública.

A la vista, lo tiene todo para ser un coche de carreras, pero obviamente ha necesitado adaptaciones para que pueda rodar en carretera abierta.

Por ejemplo, en la centralita CPU, en el sistema de frenado o incluso en el sistema de escape, ya que por ruido, consumo de combustible y emisiones se tiene que quedar dentro de unos límites legales. Incorpora un depósito de combustible de 83 litros.

Lo que no quita que con el prominente alerón trasero pueda llegar a alcanzar los 310 kilómetros/hora.

Se puede escoger en los cuatro colores estándar del R8 pero los más caprichosos también pueden elegir un tono a su gusto. Monta llantas de 19 pulgadas delante y de 20 pulgadas atrás, en todo caso calzadas por los neumáticos Pirelli P ZeroTrofeo R.

En el habitáculo del ABT XGT encontramos un espacio bastante espartano, con jaula antivuelco al completo y el mismo volante que utiliza el Audi R8 LMS GT2 de competición. 

Añade, además, cierre centralizado, un freno de mano convencional, un cuadro de instrumentos acorde al de los modelos de calle y una cámara de aparcamiento trasero. También se han añadido el sistema de climatización y sus botones específicos, así como los intermitentes y los espejos retrovisores exteriores.

El motor utilizado es el mismo bloque de gasolina V10 5.2 FSI que monta el GT de serie, pero retocado para lograr los 630 caballos, apenas 18 caballos más que antes de pasar por las manos de ABT.

Sin la tracción Quattro y con el uso indiscriminado de la fibra de carbono, marca en la báscula 1.400 kilos, que son 170 kilos menos que en el R8 GT RWD.

Tener un coche así en el garaje sale por 598.000 euros al cambio.