¿Error de Ferrari al mantener los duros tras la bandera roja en México o no había otro remedio?

Cuando salió la Bandera Roja a falta de 36 vueltas, muchos pensaron que los neumáticos medios iban a ser una buena opción. Y ahí están las ‘segundas partes’ de Lewis Hamilton y Lando Norris indicándolo.

Está claro que en Ferrari no compartían ese criterio. La mejor prueba es el mensaje que le dieron a Leclerc: “En cinco vueltas los medios caerán, según nuestros datos”. Faltaban 15 vueltas más, o quizás 17, para el final de carrera.

Los rojos estiraron el primer stint con medios hasta las 30 vueltas por parte de Sainz y 31 de Leclerc. Parece factible hacer, con sólo la mitad de peso en los coches, 36 vueltas con los medios. 

¿Temor o error? El quid de la cuestión quizás no esté en si Ferrari se equivocó, sino si los medios usados de los que disponía -llegó a la carrera con un solo juego de medios nuevo para cada piloto- estaban en suficientemente buen estado para afrontar 37 vueltas. Es decir, cuantas vueltas tenían ya a cuestas.

Lo que estaba claro es que la predicción de Ferrari de que “en cinco vueltas nuestros datos dicen que los medios comenzarán a caer” no se cumplieron ni por asomo. El hecho de que Lewis parara muy pronto con los medios, en la vuelta 24, siete antes que el primer Ferrari, quizás les hizo pensar que Lewis había errado.

Y para más ‘inri’, con unos medios usados, Lewis se permitió hacer 37 vueltas, marcar muy buen ritmo y no sólo eso, sino marcar la vuelta rápida de carrera, arrebatándosela a Verstappen, en la última vuelta.

Este es un dato a analizar en profundidad. Tanto por parte de Ferrari como por parte de Red Bull. Porque está claro que los Mercedes vuelven a mimar las gomas.

Hamilton arriesgó con ‘medios usados’, lo mismo que Russell y Piastri. No así Norris. No tenía más remedio porque iba a tres stints: el primero con blandos muy corto para sacarse de encima a los coches menos competitivos. Después duros. La bandera roja no le dejó otra opción que montar los blandos, un juego nuevo, ya que estaba claro que si mantenía los duros -el único juego duro que tenía- no podría acabar sin otra parada