Mercedes tenía una gran oportunidad, pero Hamilton se precipita

Ha sido una carrera dominada de principio a fin por Max Verstappen, quien no ha encontrado rival en los McLaren y ha logrado su 49ª victoria en la Fórmula 1 tras sellar ayer su tercer título.

Viendo el rendimiento de McLaren, nos queda la duda en torno a Mercedes. Nunca sabremos qué podría haber ocurrido, pero la remontada de George Russell –cuarto al final– tras caer a lo más hondo del pelotón es un indicio del ‘poderío’ del W14 en este circuito.

Todo se ha venido abajo para la marca de la estrella en la primera curva. En una situación que ha recordado a España 2016, Lewis Hamilton y George Russell se han tocado y ambos se han visto muy perjudicados: abandono para Lewis y última posición para George.

El heptacampeón ha querido pasar a su compañero por el exterior en la primera curva y, sin dejarle espacio, el toque era inevitable. El propio Lewis ha admitido su culpa en redes sociales: "He visto la repetición y fue 100% culpa mía y asumo toda la responsabilidad. Disculpas a mi equipo y a George", ha dicho Hamilton.

Lo peor de todo es que Hamilton tenía buenas opciones de poner en apuros a Verstappen en la primera tanda. Con un juego nuevo de neumáticos blandos, si echamos un vistazo al ‘Sprint’ de ayer, Lewis tenía esa ventaja en el inicio de la carrea y después, igualmente, todos tendrían que pasar tres veces como mínimo por el Pit-Lane.

Pero todo se ha ido ‘al traste’ en la primera curva. Y no sólo esa gran oportunidad de Lewis, sino también la carrera de un George Russell que a la postre ha demostrado que el coche estaba, como poco, para pelear por la segunda posición.

Mercedes, con sus dos coches en la segunda y tercera posición en la parrilla, tenía esa opción de jugar con diferentes estrategias para tratar de poner dificultades a Max Verstappen en el caso de cualquier ‘titubeo’, pero los pilotos no han sabido jugar en equipo.

Curiosamente, el accidente entre Hamilton y Russell llega en un Gran Premio sin Toto Wolff en pista. Ya en Japón hubo ‘chispas’ entre ellos y en esta ocasión se han sobrepasado ciertos límites. Seguro que el austriaco no querrá perderse más.