Los e-fuels a partir de 2035: no es tan fácil como parece

La prohibición de vender vehículos de combustión desde 2035 en Europa tiene una válvula de escape principalmente causada por la presión de Alemania: los combustibles alternativos. Sin embargo, la aplicación práctica de esta exención a día de hoy no parece tan sencilla. El borrador legal que en teoría regirá su utilización complica bastante la misma.

En primer lugar se va a exigir que estos combustibles alternativos sean totalmente neutros en carbono, algo que incluye incluso el proceso de fabricación. "Una reducción del 100% de las emisiones es casi imposible", ha declarado recientemente el director general del grupo eFuel Alliance, Ralf Diemer.

Además se va a exigir que los coches de combustión que se vendan ya pensados para utilizar este tipo de carburantes cuenten con un dispositivo que impida que el coche arranque en el momento que se detecte que utilizan gasolina o Diesel tradicional, algo técnicamente posible. Esta tecnología debería desarrollarse, lo que implica un coste extra que deberían asumir los fabricantes.

En todo caso hay que recalcar que, de momento, la normativa se encuentra en fase de borrador, con lo que aún puede cambiar. De hecho, se solicita que sea suficiente con una reducción del 70% de las emisiones de CO2 sea suficiente, algo más realista que el 100% que se pretende.

Desde Alemania vuelven a ser de los más beligerantes a la hora de apoyar los combustibles alternativos. De hecho, el ministro de Transportes de Alemania, Volker Wissing, incluso ha asegurado que es necesario crear unos estándares internacionales para los combustibles alternativos. Y no sólo por la industria del automóvil, sino también por otras vías de transporte como la marítima y la aérea, donde la electrificación resulta mucho más complicada.