España tiene la mitad de los puntos de carga que necesita, revela un informe

El año 2035 es la fecha más señalada en la industria y entre los aficionados, será cuando todo cambie radicalmente y los coches eléctricos empiecen a dominar y a ser la opción más lógica, aunque los combustibles sintéticos estén permitidos. Esa es al menos la idea, el objetivo, pero la realidad es bien distinta y no tan buena como cabría esperar.

España tiene ahora mismo 20.243 puntos de carga públicos, pero para cumplir con los objetivos necesitaría el doble; 45.063. En infraestructura de carga ultrarrápida, superior a 150 kilovatios, la situación es aún más grave: apenas 698 puntos, cuando ANFAC pide 3.513 para cumplir con las metas fijadas por el Fit For 55. Y el crecimiento de la red tendría que ser exponencial: 64.000 en 2023, 91.000 en 2025, 300.000 en 2030 y 610.000 en 2035.

En el ejercicio de actualización realizado, se ha tenido en cuenta el aumento de las exigencias de reducción de emisiones de CO2 que la Unión Europea ha marcado para los diferentes tipos de vehículos en los horizontes 2030 y 2035 dentro del Fit for 55. Ese aumento en la reducción de las emisiones fija cifras del 55% para turismo y un 50% para comerciales ligeros. El 100% está marcado para 2035, momento en el cual, no se podrán comercializar vehículos equipados con motor de combustión alimentado por combustibles fósiles.

Los del PNIEC 2021-2030 nos llevaban a un parque de vehículos electrificado de 3,4 millones en 2030, mientras que la cuota de mercado sería del 40%, pero con las estimaciones de ANFAC, el escenario al que nos acercamos contará con un parque de vehículos eléctricos de 4,3 millones de unidades para 2030 y de 9,8 millones para 2035, mientras que la cuota de mercado sería del 60 y del 100% respectivamente. Esto ha llevado a la asociación a actualizar su propuesta para planificar y monitorizar, año a año, el desarrollo de infraestructura de recarga de acceso público a nivel nacional.

ANFAC se basa en el estudio de impacto que la Comisión Europea tomo como base para el nuevo AFIR, que hace hincapié en la necesidad de que los puntos de carga sean más potentes y cuenten con una mayor capilaridad. ANFAC, en línea con ACEA, parte de tres kilovatios para vehículos eléctricos y dos kilovatios para híbridos enchufables. Además, se afirma que debería haber en España, como mínimo, 300.000 cargadores para el año 2030.

"Los objetivos establecidos por la Unión Europea no se cumplen sólo con el esfuerzo del sector, sino que precisan de un gran esfuerzo por parte del resto de actores, de un compromiso del Gobierno y de las Administraciones para poder llevar a cabo la transformación de la movilidad", ha declarado José López-Tafall, director general de ANFAC.

"La industria de la automoción está liderando la descarbonización y ya está poniendo en el mercado una amplia oferta de vehículos electrificados. Sin embargo, nos enfrentamos a unos, cada vez más, exigentes objetivos en materia de reducción de emisiones y, por lo tanto, es necesario establecer herramientas a la altura de esas ambiciones. El desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público es esencial para el despliegue del vehículo electrificado. Pero, de igual manera, no podemos olvidar que incentivar el mercado de electrificados es de igual de necesario para que se avance en la red de recarga pública".

Igualmente, desde ANFAC destacan la necesidad de trabajar en diferentes medidas para que los ciudadanos puedan contar con toda la información necesaria en tiempo real, sobre puntos de recarga disponibles y en funcionamiento. También abogan por la creación de un centro estatal para el desarrollo e impulso de la infraestructura de recarga de acceso público, que permita monitorizar y garantizar un efectivo despliegue de la red.

Por supuesto, la mejora en la concesión de las ayudas del Plan MOVES III y MITMA MOVES, con ayudas directas en el momento de la compra y no tributables y la simplificación de los trámites administrativos para la puesta en marcha de puntos de recarga, serían aspectos fundamentales para progresar en la consecución de los objetivos exigidos