Mazda maniobra para asegurarse baterías para sus coches eléctricos

Es seguramente una de las marcas más ‘reticentes’ a la transición a la electrificación, como prueba el hecho de que desarrolló un nuevo motor de combustión que funciona con Diesel para su nuevo CX-60, pero hoy Mazda ha dado un nuevo paso al acercar posiciones con uno de los mayores productores de baterías del mundo.

El objetivo es "satisfacer la demanda para vehículos eléctricos" y afecta a celdas de batería cilíndrica de ion litio. Es un acuerdo de suministro a nivel internacional, pues llegarán tanto a las fábricas que Mazda tiene en Japón como en Norteamérica, y coincidirá con el despliegue de nuevos vehículos tipo BEV en el periodo 2025-2030.

"Dentro del marco de nuestras iniciativas de electrificación, Mazda trabaja con una serie de socios en un proceso en tres fases", explica Masahiro Moro, director y Senior Managing Executive Officer de la firma. "Queremos dar una respuesta flexible a los cambios en las tendencias de la reglamentación, las necesidades de los consumidores y otras áreas".

"Nos ilusiona enormemente esta perspectiva de colaboración con Panasonic, un pionero en baterías de ion litio para automóviles, que desarrolla productos de excelente calidad. Nuestra intención es seguir contribuyendo a frenar el calentamiento global a través de distintas iniciativas, entre ellas nuestra estrategia de electrificación".

A día de hoy, Mazda tan sólo cuenta con un coche completamente eléctrico en su gama: el MX-30. Su autonomía es tan reducida, de apenas 200 kilómetros, que recientemente ha debutado una versión eléctrica de autonomía extendida que incluye un motor de combustión que produce electricidad para alimentar a la batería.