Le Mans dio la espalda a Porsche, que ya piensa en 2024

Con cuatro 963 LMDh —tres oficiales de la escudería Penske y otro privado, de Jota— era ‘la armada’ más numerosa en Le Mans y venía con intención de recuperar el cetro.

Pero las marcas proponen y Le Mans dispone. El mejor de los Porsche, el de Cameron, Christensen y Makowiecki terminó noveno, pero renqueante. Una avería en la transmisión hizo el último giro eterno, tardaron más de seis minutos en completarle, 9’10” para ser más exactos, y fueron penalizados con cuatro vueltas, lo que les retrasó a la 16ª posición final.

No era el resultado que la marca de Stuttgart esperaba, desde luego. Decepción y asombro que quedan quizás cortos para definir esta debacle, sobre todo cuando en los compases iniciales parecían capaces de batallar por la victoria o cuanto menos por el podio. Pero después se sucedieron los desastres.

“Teníamos un excelente ritmo en los inicios de carrera y eso hace que el resultado sea más difícil de digerir. Pero una vez los incidentes comenzaron, parecía imposible detenerlos. Sin ellos, seguro que hubiéramos estado bien clasificados”, ha señalado Urs Kuratle, responsable del programa oficial de la marca en LMDh

El aviso había llegado antes de la carrera cuando uno de los Porsche no consiguió llegar a la Hyperpole. Un anticipo de lo que iba a venir.

El coche de Kevin Estre, Laurens Vanthoor y André Lotterer era el destinado a hacer de ‘liebre’, pero a tres horas del final sufrió un pinchazo y perdió una vuelta. Poco después, buscando recuperar se salió en las curvas Porsche, y al pasar por la grava dañó el fondo plano. Si todo ello ya le hizo perder contacto con la cabeza, todavía llegaría un problema con el sistema de alta tensión y cambio de batería incluido.

Y el número 75 se quedó sin presión de gasolina a medianoche cuando Mathieu Jaminet estaba al volante. Una noche que acabó asimismo con las esperanzas del coche de Christoens, Cameron y Makowieck a causa de un conducto de refrigeración defectuoso, que obligó a una parada para reparar.

Kuratle sólo mira hacia atrás lo justo para saber que ha fallado y buscar una solución. Su pensamiento ya está puesto en la próxima cita. “Queda aún un poco de tiempo antes de la cita de Warkins Glenn. No hay excusas, hay que trabajar y solucionarlo”, sostiene.

El coche privado de Jota había sido el primero en perder sus oportunidades. Bajo el aguacero acabó contra las vallas cuando mandaba. Aparentemente quedó destrozado, pero llegó al box y unos veinte minutos después estaba en liza de nuevo, pero ya sin opciones de podio.

Entre todo, un sentimiento positivo. “Nuestra vuelta rápida fue igual a la del Ferrari ganador o del Cadillac tercero. Podíamos batirnos por el podio”, sostiene Estré.

“Ha sido un Le Mans 2023 decepcionante; esperábamos más”, resume Thomas Laudenbach, vicepresidente de Porsche Motorsport. “Se ha invertido una enorme cantidad de trabajo en este proyecto. A pesar del resultado poco satisfactorio, me gustaría dar las gracias a todo el personal de Weissach y de Porsche Penske Motorsport, así como a todos nuestros socios. No hemos tenido éxito por varias razones. En todo caso, soy positivo de cara al futuro”.

Un futuro que comenzó el lunes y con un objetivo claro. Le Mans 2024. Y entre tanto, ganar y subir al podio en las próximas carreras.