Singapur, más un GP contrarreloj que una carrera de ‘cuerpo a cuerpo’

Dominio no solo frente a Max, los Ferrari o Mercedes, sino también respecto a su compañero Oscar Piastri. Nadie pudo acercarse a su ritmo y lo remató marcando incluso la vuelta rápida. Es decir, un ‘Gran Chelem’, o incluso más: no se conformó con hacer la pole, liderar de principio a fin, marcar vuelta rápida y ganar, sino que fue el más rápido en dos de los tres libres; en el primero, la primacía se le escapó por 76 milésimas.

Aclaro, oficialmente la vuelta rápida fue para Ricciardo... pero no tiene gracia poder hacer una vuelta de clasificación con gomas nuevas al final. Máxime cuando estás a años luz de los puntos.

También hubo un par de ocasiones en las que el muro casi se le atraganta a Lando... pero eso no sucedió. Se quedó en un 'uff'.

Piastri apoyó el trabajo de su compañero con un tercer puesto que permite a McLaren doblar su ventaja sobre Red Bull en el campeonato de constructores. Los 21 puntos de ventaja en Singapur elevan a 41 la ventaja de los papaya sobre Red Bull. Pese a los esfuerzos de Max, Sergio solo pudo aportar un punto.

Visto desde fuera, parece que Red Bull ‘sacrificó’ los cambios que permitieron a Pérez ser más competitivo en Bakú a costa de perjudicar a Verstappen para volver a defender las opciones de Max. Se volvió al posicionamiento habitual. Obviamente esto sería algo simplista; bastaría volver a lo que le iba bien a Verstappen en el coche del ‘Number One’ y dejar a Pérez con lo que le permitió defenderse en Bakú, así que lo sucedido a orillas del Mar Negro fue una excepción, claro está. En cualquier caso, Pérez estaba frustrado, llegando a admitir que no podía con Colapinto... menos mal que en boxes encontraron la táctica adecuada para conseguirlo.

Tras una clasificación decepcionante, Ferrari salvó los muebles. Lo hizo usando dos tácticas totalmente opuestas: una parada muy temprana para Carlos y una tardía para Charles. Leclerc incluso cayó por detrás de Sainz, pero las gomas mucho más frescas le permitieron superar incluso a Hamilton y casi hacerlo con Russell. Sainz, evidentemente, le abrió la puerta; era lo que había que hacer. El madrileño no salió bien y posiblemente anticipó su parada no porque lo tuvieran previsto así, sino porque estaba atrapado tras Colapinto, Tsunoda y Pérez. El objetivo era un ‘superundercut’ sobre ellos y también sobre Alonso y Hulkenberg. Una maniobra no exenta de riesgo en las últimas vueltas con los duros, ya con más de 35 y 40 vueltas. Pero fueron esas vueltas sin tráfico y con ruedas nuevas las que le permitieron ganar el tiempo suficiente.

Sorprendió, evidentemente, el ritmo de Ferrari con los duros, no lejos del de McLaren, aunque tuvieron más problemas con los medios. Sin embargo, no pudieron con los Mercedes, que tras un viernes decepcionante, levantaron cabeza el sábado.

Los 'undercut' son poderosos en Singapur... siempre y cuando no quedes aprisionado en el tráfico. En ese caso, el overcut puede funcionar.

Detrás, las cosas fueron diferentes. Sainz evitó por poco ser doblado, Alonso no. De hecho, Fernando tuvo serias dificultades con Hulkenberg, que lo mantuvo a raya sin problemas en el primer stint. Fue el momento elegido para la parada lo que lo colocó delante del alemán. Colapinto fue el más perjudicado por ello y tampoco Tsunoda fue afortunado con la elección.

No puedo decir que fuera un Gran Premio espectacular o emocionante... ¡aunque se conservó, de forma increíble, la racha de carreras sin ‘safety car’! Por primera vez no apareció en Singapur. ¿Bueno o malo? Si lo permiten, eso señala una carrera con posiciones definidas, sin batallas directas. No fue una carrera espectacular, no hubo luchas directas. Aunque hubo muchos adelantamientos, estos no fueron el resultado de peleas sino por el ‘delta’ marcado por las gomas; solo hay que fijarse en la dispersión del momento de cambio de gomas para darnos cuenta de su importancia. Un trazado muy estrecho en algunos lugares, sin grandes rectas, con zonas DRS no demasiado largas.

No fue un GP espectacular ni tuvo la emoción de las batallas, pero sí que tuvo interés si podías seguir los tiempos vuelta a vuelta, como si fuera una carrera contrarreloj.