Roland Ratzenberger: la historia del piloto olvidado
Uno se empecina en recordar mayo como un mes maldito, donde algunos de los héroes de su infancia y adolescencia se fueron para siempre: Gilles Villeneuve, un 8 de Mayo en Zolder, Elio de Angelis, un 15 de Mayo en Paul Ricard, o Ayrton Senna, un 1 de mayo en Imola. El brasileño siempre tuvo una sensibilidad especial, en todos los aspectos de su vida, y aún más en este sentido: cuando los comisarios y empleados del circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola retiraban los restos de su Williams-Renault, se encontraron con una bandera austriaca en su interior, ya que Ayrton tenía la intención de dedicar la victoria, el podio o lo que fuese a un compañero fallecido el día anterior, el 30 de abril. Otro mes maldito, abril: ese compañero era Roland Ratzenberger.