Rosberg quiere tomar las riendas en Interlagos desde el principio

Lewis podría haber mejorado el tiempo establecido por Nico, lo venía haciendo en su paso por el segundo sector en su séptima vuelta con neumático blando, pero decidió encarar la entrada de boxes dejándonos con la duda de si lo hubiera conseguido. De lo que no tuvimos dudas es de las difíciles condiciones que se encontraron los pilotos con la combinación del reasfaltado del circuito y las altas temperaturas de Interlagos (31 ºC de ambiente y 58 ºC en el asfalto), que provocaron un alto 'graining' en las gomas.

El propio piloto británico se quejó de que la pista estaba inconducible a Mercedes y le vimos protagonizar un par de salidas que lo corroboraban. Pero para excursiones fuera de los límites del circuito la que se dio Räikkönen. Se fue largo en la última curva, salvando un golpe contra el muro por un palmo y recordando el paseo que se pegó en la carrera de 2012 por una vía de servicio. Antes de eso, el finlandés marcó el tercer mejor tiempo a medio segundo de Rosberg.

Mucho peor le fue a su vecino de garaje. Por si no había suficiente calor, algo que se acabará mañana con la más que segura llegada de lluvia, el Ferrari de Alonso se convirtió en una auténtica barbacoa. El español se quedaba parado tras la salida de boxes y la parte trasera del F14-T comenzó a arder con imponentes llamaradas. Por suerte, Fernando acertó a dejarlo justo al lado de un extintor y pudo apagarlo él mismo evitando que fuera a más.

Al llegar al pit lane, el español se reía por haber tenido que hacer de bombero improvisado. Para su suerte, la unidad de potencia calcinada no era la que iba a utilizar ni en calificación ni en carrera sino una con un kilometraje avanzado. Así, Alonso, que terminó con el séptimo a un segundo del tiempo de Rosberg, fue protagonista de una de las tres banderas rojas de la sesión. Vergne y Gutiérrez protagonizaron las otras dos al quedarse parados en el asfalto.

Tanto el francés de Toro Rosso como el mexicano de Sauber completaron así un día muy poco productivo, ya que Jean-Eric no salió a rodar en los FP1 para dejar su monoplaza a Max Verstappen y Esteban tuvo problemas con su Sauber que ni siquiera le dejaron marcar un tiempo. Otro que también tuvo una jornada aciaga fue Sergio Pérez, pero no fue su culpa. El accidente de Juncadella daño algunos componentes hidráulicos de su motor y no pudo salir.

Dejando el apartado de los hombres más desafortunados y siguiendo con el orden de la tabla de tiempos, algo que como saben no hay que tener demasiado en cuenta los viernes, nos encontramos a Ricciardo unas tres décimas detrás de Kimi. Como en Austin, Daniel volvió a acabar por delante de ambos Williams pero con una escasa diferencia que no llega a la décima. Entre ellos y los Ferrari se disputarán lo que dejen libre los todopoderosos Mercedes.

Después de Alonso y completando las diez primeras posiciones aparecen Kvyat, con un Toro Rosso que se ha mostrado bastante competitivo en el primer día de trabajo en Brasil; Vettel, que fue el primero en quejarse del desgaste de sus ruedas a las cinco vueltas de llevarlas puestas; y Magnussen. Los Lotus, que continúan estando cerca del top ten tras su particular resurrección en Texas, Force India y Sauber cierran la fila de coches.

A espaldas de todos ellos se situó Button, que no rodó por la mañana porque sus mecánicos estuvieron liados reparando el ERS de su McLaren. La tarde en Interlagos no ha dado más de sí porque las simulaciones de carrera no han ofrecido casi datos por las constantes interrupciones de las banderas rojas. Con una diferencia de un segundo entre el medio y el blando veremos diferentes estrategias el domingo. Aunque, lo que decidirá todo será la lluvia. Esperamos…